Hola, hola~!, Tani reportándose de nuevo, ah si que han pasado varios días desde que actualice, de verdad que tenia muy abandonado mi pequeño blog T_T, pero pretendo que no sea así por mucho tiempo, tratare de estar por aquí más seguido, quizá no con un shot o capitulo completo pero tratare de mostrarles trocitos de lo que este pensando por hacer y todas esas cosas ^^, mi también quiere comunicarse con todos ustedes que toman un poco de su tiempo para entrar a este pequeño blogsito y leen las letras que dejo aquí.
Bueno ~ no les haré más largo todo esto y les dejare la primera parte de esta historia, espero les guste. Muchos besos para todos muak ^^.
-Hyung…
El pelirrubio aparto solo un
poco la mirada de aquellos cuadernos que estaba revisando, aquel pequeño habia
reclamo su atención y como siempre que él le llamaba no importa lo que
estuviera haciendo, le prestaba atención por muy pequeña que fuera la cosa.
-¿Mhn?
Contesto dándole a entender
que era libre de preguntar o decir lo que él quisiera que aun cuando estuviera
revisando los trabajos de sus compañeros él le estaba prestando toda su
atención.
-Me gustaría que tú fueras
mi Umma
Y eso fue suficiente para
que perdiera hasta el hilo de lo que estaba revisando, pronto miro aquel
cuaderno que estaba revisando como si no entendiera lo que decía o estuviera en
otro idioma. Si, así de fuerte habia sido el comentario de su niño.
-¿Qué?
Junsu pregunto con un poco
de confusión a aquel niño de ojos negros, los mismos que le recordaban a
aquella persona.
-Tú eres como una Umma para
mi, eres bueno conmigo, me ayudas con las tareas, cuidas de mi cuando esos
niños se meten conmigo, ¡hasta juegas conmigo
y me cuentas cuentos!. ¡Como una
Umma!
Bueno, quizá el hiciera
todas esas cosas, las cuales las hacía encantado, pero él no era su madre.
-Pero esas cosas también las
puede hacer un hyung.
El pelirrubio sonrío mientras
se estiraba sobre el escritorio en el que estaba sentado para poder alcanzarlo
y poder revolver un poco el cabello negro de aquel chiquillo de cinco años. El
amaba a ese niño como a nadie en ese mundo. Bueno, quizá si amaba a alguien de
la misma manera o mucho más, pero no quiso pensar en ello en ese momento.
-Pero yo quiero que seas mi
Umma. Yo nunca he tenido una Umma y aun cuando mi Appa quiera conseguir una
Umma para mi no quiero a alguien que no seas tu.
El niño de ojos negros le
miro haciendo un pequeño puchero, sabiendo que de esa manera el siempre hacia
todo lo que le pedía. Pero en ese tipo de cosas el no podía hacer nada. El no
era su madre, no era su familia y eso le dolía.
Sabia que su padre había
quedado viudo el día que Choi había llegado a este mundo y desde ese entonces
no había buscado a alguien más, más bien había dedicado el tiempo que tenia en
criar a su hijo, y bueno él también le había prestado un poco de su ayuda –
como los buenos amigos que eran – ayudándole en todo lo que podía.
-¿Él ha dicho que quiere
conseguir una Umma para ti?
Le costó, si le costó mucho
poder llegar a decir eso, pero tenia que
escucharlo, quizá así se acababan todas sus ilusiones, bueno las pocas que
quedaban después de que él se hubiera casado y hubiera tenido a ese pequeño
niño.
-Pues la verdad es que…
Pero Choi no pudo seguir
diciendo nada cuando el carraspeo de alguien pidiendo la atención de los
presentes en ese salón se posara en el.
-¡Appa!
La cara del niño se ilumino
tal cual el sol a medio día y bajo de un salto de aquella silla, corriendo
hacia aquel hombre que pronto lo tomo en vilo alzándolo un poco en el aire
antes de abrazarlo, como el padre amoroso que era, y eso hizo que Junsu se
sintiera feliz, que se emocionara al ver tal escena, pero también que una
sensación de celos se instalara en el. El quería ser parte de aquella imagen,
ser parte de aquella felicidad, porque si, ese hombre era la otra persona que
el amaba tanto como aquel niño.
Park Yoochun
-¿Te has portado bien?, ¿no
has hecho travesuras el dia de hoy verdad?, ¿has hecho todos los deberes que tu
maestro te ha pedido que hagas verdad?
-¡Si Appa!
-¡Muy bien!
Y Yoochun comenzó a hacerle
cosquillas a su niño escuchándolo reír antes de dirigir la mirada a aquel chico
que sonreía ampliamente mientras les miraba.
-¿Cómo esta mi maestro
favorito?
Junsu no pudo evitar sonreír
aun cuando en su interior deseara ser el favorito de aquel hombre en todos los
sentidos, no solo su favorito como mejor amigo. Pero tenia que vivir de esa
manera, esa de esa manera como le había tocado vivir. Enamorado de su mejor amigo,
enamorado hasta los huesos, viviendo de un amor unilateral.
-Perfectamente, pero que
trates bien al profesor no quiere decir que le daré más puntos a Choi.
-Te dije que eso no iba a
funcionar Appa.
Y el niño cruzo sus bracitos
haciendo un puchero, lo cual solo le causo gracia al joven pelirrubio,
siguiendo el juego en el cual siempre se sumergían y hacían que él se
emocionara pero a la vez se entristeciera al saber que de verdad todo era un
juego.
-Entonces ¿de verdad no soy
su favorito?
El rubio trato de dramatizar
un poco, haciendo un pequeño puchero, solo para ver como el pequeño Choi se
bajaba de los brazos de su padre y corría hacia el para abrazarlo de una de sus
piernas.
-Si eres mi favorito y
también el de mi appa, ¿verdad appa?
El niño miro al pelinegro,
uno que sonreía ampliamente al verlos de esa manera, la manera inocente en que
su hijo le miraba esperando una respuesta, la forma encantada en la que Junsu
sonreía mientras miraba a su hijo, y solo asintió, porque él no quiso decir o
hacer algo que rompiera con la atmosfera que se había formado, quería
inmortalizar ese momento, a él le encantaban los momentos en los que tanto su
hijo como su amigo pasaban juntos, casi como si ellos fueran una familia.
Desecho toda idea que
apareció en su cabeza después de aquello, eso era imposible demasiado imposible
así que era mejor que no siguiera con esos pensamientos. Se acercó a ambos
chicos solo para tomar de la mano al más pequeño.
-Creo que será mejor que nos
vayamos, ya hemos hecho que Junsu hyung perdiera mucho de su tiempo por
esperarme, creo que es mejor que ya vaya a descansar.
-No es nada, yo sé que
trabajas mucho, además que a mi me encanta cuidarlo siempre.
Y el pelinegro lo sabía,
sabia cuanto quería su amigo a su hijo, quizá era porque él le cuidaba tanto.
-Bueno pero aun así, tratare
de venir más temprano por el.
Y ninguno de los dos supo
como despedirse, querían decir algo más, todo eso que en sus mentes y corazones
llevaban guardando durante años pero no pudieron.
El silencio se instalo en el
ambiente mientras un niño pequeño miraba a ambos hombres con aquellos ojos
inocentes pero inteligentes que quizá ya comenzaba a intuir cosas que quizá
eran muy ciertas.
-Junsu hyung por que no
viene a casa a cenar con nosotros, ¿verdad que puede appa?
Y el niño miro a Yoochun con
aquellos ojos que al igual que Junsu no le podía negar nada una vez su mirada
se posaba en ellos.
-Anda di que si, ¡di que si!
El pequeño comenzó a tirar
de la mano del pelirrubio antes de posar su mirada en el hombre pelinegro.
-Vamos Appa dile que venga
con nosotros, yo quiero que Junsu hyung venga a casa, hay cosas que no entiendo
de la tarea y quiero que me ayude.
El niño comenzó a hacer
pucheros a ambos tratando de ganárselos, buscando de alguna manera que su
pequeño plan, si ese que comenzaba a formarse en aquella cabecita infantil
funcionara.
-No lo se…,¿Cómo puedo
ayudarte con tus deberes si yo te los deje?.
-¡Que importa!, Hyung solo
me ayudara en las cosas que no entienda, por favor, por favor. ¡Appa! ¡Has
algo!
El niño hablo un poco más
alto llamando la atención de ese hombre pelinegro que no hacia otra cosa más
que observarlos, sin ayudar a su pobre hijo que quería que su hyung fuera con
ellos.
-Vamos Junsu ah, ¿hace
cuando que no tomamos una cena y charlamos?
La verdad que eran años,
desde que se había casado ellos no habían sido como antes, más bien se evitaban
tanto como podían, y no sabía como lograban eso si el pelirrubio se había
vuelto en alguien indispensable en su vida, alguien que le ayuda desde que su esposa
falleció.
Y el rubio sabía que si
habían pasado demasiados años desde que ellos habían tenido una platica normal,
desde aquel entonces ellos solo se hablan con apenas monosílabos cada vez que
se encontraban y sus charlas llegaban a ser en ocasiones un poco largas y solo
porque hablaban de aquel niño que en ese momento seguía insistiendo en que el
pelirrubio fuera a su casa.
Junsu soltó un suspiro
resignado, sabía que no estaba haciendo bien, no quería estar en un lugar donde
el pelinegro estuviera, no quería verlo demasiado tiempo y no sentir el deseo
de decir o hacer algo más.
-Esta bien, esta bien. Los
acompañare.
Y el pequelo Choi comenzó a
brincar alrededor de ellos mientras soltaba gritos triunfantes por haber
conseguido la primera parte de su plan.
-¡Bien! ¡Y mi Appa cocinara!
***
Y si el pelinegro termino
cocinado para ellos, una vez Junsu puso un pie en aquella casa, Choi reclamo la
total atención del pelirrubio casi dejándolo botado, el niño se encargaba de
mostrarle la casa como si nunca lo hubiera hecho, por dios si Junsu conocía esa
casa casi con la palma de su mano, no por nada el pasaba parte del tiempo ahí
cuando él trabajaba hasta muy tarde o cuando iba a por el para llevarlo a todas
partes, cuando cuidaba de él.
-Sabes Appa, hoy antes de
que llegaras le dije a Junsu hyung si quería ser mi Umma.
El pequeño soltó aquella
bomba en la mesa como si fuera la cosa más normal del mundo, haciendo que ambos
mayores terminaran ahogándose con la comida que estaban comiendo.
-C-Choi… ¿p- pero que dices?
El pelinegro no se podía
creer lo que estaba escuchando, su hijo quería que Junsu fuera su Umma.
-El cuida de mi, y me
protege ¿Appa porque no le pides a Junsu hyung que sea mi Umma eh?, yo seré muy
feliz si se lo pides.
El niño miro a los mayores
unos que se miraban fijamente en esos momentos pero que al final terminaron
apartando la mirada, uno carraspeando un poco y quedándose en completo silencio
como si se pensara lo que su hijo le había pedido el otro realmente avergonzado
que en esos momentos comenzaba a ponerse un poco rojo por la vergüenza.
-¿Entonces Appa?
Choi comenzó a hacer un
puchero mientras miraba a su padre, pero el silencio se instalo en aquella
mesa, no se movieron en absoluto casi como si fueran estatuas o algún retrato
inmortalizando la incomodidad del momento.
-Bueno, si mi Appa no te lo
pide te lo pediré yo. ¿Junsu hyung quieres ser mi Umma?
Y el pelirrubio comenzó a
ponerse nervioso, ¿qué podía contestarle?, el en el fondo de su alma deseaba
decirle que si, era uno de sus deseos, ser parte de su vida, pero que podía
decir “Yo encantado de la vida de ser parte de tu familia, pero resulta ser que
amo a tu padre demasiado pero él no me ama a mi”.
-Choi… y-yo…
-¿No quieres?
Y los ojos le pequeño niño
comenzaron a aguarse debido a las lagrimas, el de verdad deseaba que aquel
rubio estuviera en su familia, lo deseaba tanto.
-A-appa, convence a Junsu
hyung anda… dile…
Yoochun no sabia que hacer
ante eso, el comentario le había tomado por sorpresa descolocándolo demasiado y
ahora no sabia que le podía decir. ¿Qué podía contestarle? “Por mi encantado,
pero el rubio no me ama, así que no puedo obligarlo a que sea tu Umma”.
-Yo creo que Junsu hyung no
quiere esto hijo… será mejor que…
-¡No!
El niño grito mientras se
paraba de aquella silla en la que había estado sentado, con las mejillas y
nariz levemente rojas debido a las lágrimas que comenzaba a derramar.
-Choi…
Comenzó a hablar el
pelinegro mientras se paraba de su silla, listo para calmarlo.
-¡No!, yo sé que ustedes se
quieren, yo siempre lo he visto, soy un niño pero yo veo que se quieren. Veo
como Junsu hyung mira a mi Appa cada vez que viene a casa o cuando va por mi a
la escuela y como mi Appa mira a Junsu hyung. Se miran así como se miran los
papás de mis compañeros. Así que yo quiero que Junsu hyung sea mi Umma.
-Pero Choi…
-¡No!, ¡no quiero escuchar
nada que no sea que Junsu hyung será mi Umma!.
Y aquel niño salió corriendo
ocasionando que ambos adultos salieran detrás de él, quizá ese niño tenia
razón, y el miraba aquello que esos dos adultos tontos no miraban.
***
-¿Crees que haya entrado
aquí?
Pregunto el pelirrubio
cuando el pelinegro abrió aquella puerta que daba al estudio.
El corazón del pelirrubio se
había hecho pequeño en el momento que había escuchado a su niño gritar de esa
manera pidiéndole que fuera su Umma, quizá había hecho notar demasiado que
amaba a aquel pelinegro, tanto que el niño se había hecho ilusiones con algo
que no era, que no era posible.
-Es la última habitación por
revisar.
Ese era el primer
intercambio de palabras que tuvieron después de aquella situación. Los dos
habían permanecido en completo silencio mientras buscaban a su niño, el cual no
había dejado ninguna seña de donde podría estar escondido, a ellos solo les
calmaba el saber que de casa no se había ido.
-Choi… Mi niño.
Fue el pelirrubio el primero
en llamarle mientras encendía las luces de aquella habitación.
-Vamos sal, ¿podemos hablar?
El pelinegro solo pudo
mantenerse quieto mientras miraba la forma suave en que Junsu llamaba a su
hijo, el de verdad estaba realmente preocupado por saber donde estaba el
pequeño, él se preocupaba tanto, tanto como si fuera su hijo, ¿y si hacia lo
que su hijo quería? ¿Y si una vez decía aquello que llevaba callando desde hace
tiempo?
-Junsu ah…
Las puertas se cerraron de
golpe detrás de ellos causándoles un sobresalto, pero no pudieron ir muy lejos
para saber que era lo que pasaba cuando la voz de Choi llego a ellos amortiguad
por la puerta.
-No los dejare salir hasta
que Junsu hyung se haya vuelto mi Umma.
Y eso fue todo lo que dijo
antes de que se escucharan sus pasos alejarse de aquella puerta.
-¡Choi!
Junsu grito mientras se
lanzaba a la puerta tirando de esta tratando de abrirla, pero no fue el solo
pronto el pelinegro se le unió, pero este para golpear un poco la puerta.
-Park Choi Soo ¡abre esta
puerta!
Silencio total, indicándoles
que estaba solos en esa parte de la casa, indicándoles que si de verdad querían
salir tenían que hacer lo que el niño decía.
El silencio permaneció alrededor
de ellos, asi como se había instalado, ninguno lo rompió, simplemente se
ignoraron como si ni uno ni otro estuviera ahí presente.
Uno solamente caminando de
un lado a otro, el otro quitando y poniendo cosas solo desordenando un poco
aquel lugar.
Durante las horas , los
minutos, lo segundos que estuvieron ahí se regalaron miradas furtivas,
suspiros, miradas que el otro ignoraban, miradas que querían decir demasiadas
cosas que sus bocas parecían no poder decir, miradas y suspiros que llevaban
cargados muchos sentimientos, miradas que murieron sin ser vistas por el otro.
¿Quién iba a ser el valiente
que iba a hablar y sacar todo de su pecho?
me gusto *w* aunque me quede con ganas xD jojjo
ResponderEliminarespero la conti Tani!!! ♥
aklslaksdfhdfñkh no puedes dejarlo asi ;---; esta buenisisisisisisimo!!!!! *0* conti!!!!
ResponderEliminaraishhhhhhhh q niño tan encantadorrrrr xDDD Junsu tu no te sales hasta q no seas umma!!!!! asdfghasdfg quiieroooo actuuuuu!!!!! estaaaa hermosoooo TANii~ ii YC animate de una vezzz!!!! dile q sea tu esposa(?) xDDDDDDD
ResponderEliminarLOVE YA~
ohhh por favor ahora ya no le quedan escapatoria se tienen que confesar, para que Junsu sea el Umma de Choi...
ResponderEliminarme cae muy bien el peque jejeje..
Hola m gusto mucho spero la conty se qdo muy interesant bye
ResponderEliminarOh my gawd♥ Esta precioso!! Me recuerda vagamente a un Fanbook YS♥ (Masomenos la idea) Pero puedo jurarte que tu historia me gusta mil veces más♥ Park Choi Soo es un amor de niño y yo también estoy de acuerdo con que Junsu sea su Umma xP ♥♥
ResponderEliminar*huye a leer la segunda parte*
Gracias! ♥♥♥
Waaaaaa q linda historia, este niño es encantador~~ y muy inteligente^^ ....
ResponderEliminarXq habrán tenido q ocultar esos sentimientos???.... Esta muy interesante voy a seguir leyendo <3
omfgg TvT ashgdfsahgd ese niño, tenía que ser hijo de Yoochun!! xDDD hahaha oww la historia es muy hermosa y no pude evitar reir en ciertas partes x3 -se va a seguir leyendo-
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