¡Hello!, bueno como les había avisado la entrada pasada, en esta semana iba a subir una de las pequeñas ideas que había estado rondando en mi cabeza ¿y que creen?, ya había terminado xDD, pero la Uni no me dejaba ni un minuto D: pero ya esta :3, ¡por fin!.
Espero que les guste, como siempre digo cualquier comentario constructivo es bien recibido, >.< yo acepto que no soy buena escribiendo +18 pero tratare de mejorar con el tiempo >.< *eso espero* ¡y bueno... aquí esta!
Titulo:
Fotografía perfecta
Autor:
Tani
Pareja:
Yoosu
Género:
Romance, Lemon (+18)
Extensión:
OneShot
-Así, por favor alza un poco
la barbilla, así… Aja… Ahora mira hacia mí. Si y…
Alguien se acercó a aquel
hombre pelinegro que en ese momento estaba a punto de tomar la foto perfecta a
su modelo.
-Él está aquí
Hablo bajo en su oído uno de
sus asistentes y eso fue todo para que olvidara la fotografía “perfecta” que
estaba buscando.
-Dile que pase.
Y así sin siquiera mirar
cómo estaba la modelo, tomo aquella fotografía
dando por terminada aquella sesión de fotos.
El lugar se lleno de
aplausos por el arduo trabajo que todos habían hecho y como siempre el equipo
se encargaba de darles las gracias a sus modelos con un pequeño detalle. Él
apenas y pudo terminar de darle las gracias a la chica por su trabajo, estaba
ansioso por ver al que sería su siguiente modelo. No por nada había hablado con
aquella marca de ropa que le había contratado para hacer ese trabajo que lo
contratara a él. Él era la imagen perfecta para aquel concepto, elegancia,
sensualidad, pero con un toque de inocencia. Todo junto en aquel hombre de cabello oscuro
que en ese momento entraba al lugar.
El ya había trabajado una
vez con él, cuando su carrera como fotógrafo había comenzado y como esa vez que
le miro, él era todo sonrisas, saludando a todo el equipo diciéndoles que haría
un trabajo perfecto y que no causaría molestias. El espero pacientemente a que
él se acercara hacia donde él estaba y cuando sus ojos negros hicieron contacto
con aquellos ojos de color caramelo en forma de gota supo que estaba perdido,
¿Por qué? Por la forma en que le miro, aquella mirada intensa que sostuvo sin
titubear y aun cuando no le pusiera nervioso, sabía que iba a ser muy difícil
para el concentrarse y más al ver aquellos sensuales labios que se curvaban en
una pequeña sonrisa.
Aquella ocasión había podido
ser fuerte, demasiado fuerte para no hacerle nada cuando habían estado ellos
dos solos tomando aquellas fotografías, cuando el chico en ese entonces llevaba
su cabello rubio siendo ante sus ojos un pequeño diablillo, un sensual y
pequeño diablillo travieso.
-Junsu shi
-Yoochun shi.
Ambos estrecharon sus manos
y supieron que estaban perdidos, quizá la tensión que habían dejado aquella vez
en aquel lugar no había desaparecido si no que se había multiplicado a tal
punto que esperaban que aquel día no sucediera ninguna locura.
Yoochun apretó un poco más
la mano de aquel chico de ojos caramelos, con una sonrisa apenas dibujándose en
sus labios.
-¿Por qué no pasa a
cambiarse?, en este momento cambiaran el escenario así que tómese su tiempo.
-Lo hare, no se preocupe.
Pero ninguno de los dos se
movió, más bien se sostenían la mirada, como si se estuvieran retando, como si
estuvieran viendo quien sería el primero que callera bajo la tentación por la que
había luchado aquel día.
-Junsu shi por favor pase a
probarse la ropa.
Y solo un tercero fue capaz
de cortar aquel contacto visual, uno que estaba cargado de deseo y aun cuando
ninguno de los dos quisiera ser el primero en caer y aun cuando no quisieran
hacer una locura ese día, estaban deseando en caer y quizá ese día no podría
lugar mucho más contra aquello.
***
-No, así no, por favor
inclina un poco tu cabeza hacia la derecha... aja… no, un poco hacia la
derecha.
Y aun cuando no era la foto
que Yoochun deseaba, la tomo, ese hombre estaba haciendo todo lo contrario a lo
que él le pedía, no importa que tanto le dijera el hacia lo contrario en ocasiones
le hacia creer que lo estaba haciendo a propósito, no le dejaba tomar una buena
fotografía una fotografía perfecta.
La sesión había comenzado
muy bien aunque su fuerza de voluntad había estado en juego en varias
ocasiones, el hombre al que fotografiaba parecía que lo retaba con la mirada,
mirándolo de esa manera tan provocativa, como si le retara, y a la vez le
sedujera con esas miradas intensas de color caramelo, pero después parecía que
había perdido la paciencia al ver que el no caía en sus juegos, que no se
lanzaba sobre el y se comía a besos esa boca rosada que parecía llamarle cada
vez que este la entreabría un poco o cuando sonreía levemente para la cámara.
-Bien, suficiente, todos un
descanso.
Dijo por fin el pelinegro
después de otro intento fallido, Junsu podía estar posando para el pero no
seguía los patrones que le había marcado para que la ropa que estaba usando
luciera perfectamente bien.
Todo el mundo parecía alegre
por tales palabras, bueno quizá todos estaban cansados debido a que no habían
tomado ni cinco minutos de descanso desde que la modelo anterior se había ido.
Pero entre todas esas
personas alegres, Junsu parecía más contento, le sonrió levemente mientras se
disponía a ir al pequeño camerino que habían dispuesto para que pudiera
cambiarse. Pero cuando paso a su lado y susurro ese “ven” su idea de descanso cambio de parecer.
-¿Por qué no van a comer
todos?, los veo aquí en dos horas.
Y eso parecía alegrar a todo
mundo por que en menos de un minuto todo el mundo desapareció, hasta el manager
de Junsu, dejándolos solos.
El no tardo en seguir el
camino que aquel pelinegro había marcado para que siguiera y ni mucho menos
toco aquella puerta que le daba comodidad y privacidad.
-Te gusta tentarme ¿no es
así?
Apenas entro el pelinegro
encaro a aquel hombre de ojos caramelo que parecía esperarle pacientemente
sentado en aquella silla frente al espejo, ese que antes las maquillistas
hubieran utilizado para que él se reflejara.
-Te gustó tentarme aquella
ocasión ¿no es así?
A cada palabra que decía el
pelinegro era un paso añadido a su camino hacia ese pelinegro que le miraba a
través del espejo.
-El cantante y modelo,
tímido e inocente Kim Junsu que miro en
la televisión, que parece avergonzarse por muchas cosas ¿ahora esta seduciendo
al fotógrafo?.
La voz del pelinegro se
escucho un poco más ronca ahora que se encontraba a espaldas de aquel hombre de
ojos caramelos que le miraba intensamente. Si, quizá se había vuelto fan de
aquel hombre desde que se habían visto por primera vez, o quizá era que había
tenido la necesidad de seguir todo lo que hiciera.
Yoochun se inclino hacia
aquel hombre, lo suficiente hasta que su barbilla descanso en el hombro de
aquel hombre y su nariz pudo oler aquel olor embriagante que el otro desprendía
robándose un pequeño jadeo por parte del otro y un pequeño rubor que ahora
cubría sus mejillas.
-Que sea tímido no quiere
decir que no desee cosas.
Quizá podría serlo, ser lo
que describía aquel hombre pelinegro, pero este tenia la culpa de que estuviera
haciendo eso, él se había colado en sus pensamientos desde aquella vez que
habían trabajado juntos, el tenia la culpa de que no dejara de pensarle, por
eso cuando le habían llamado y le habían mencionado que aquel pelinegro le
había nombrado como buen candidato para aquella marca de ropa, no había dudado
dos veces en aceptar y mucho menos se había pensando dos veces en fastidiar
aquella sesión de fotos solo para poder tenerlo a solas.
-¿Entonces me deseas?
Murmuro bajo el pelinegro
sobre el odio de Junsu tomándose el atrevimiento de morder levemente el lóbulo
de su oreja ganándose otro pequeño jadeo.
-Si.
No dudo en decirlo, aunque
en ese momento su corazón golpeara contra su pecho de manera rápida y no
solamente por las sensaciones que el pelinegro estaba comenzando a despertar en
su cuerpo ante aquella respiración caliente y esos labios contra la piel de su
cuello, esa piel que el mismo dejo más expuesta para el.
Estaba nervioso, pero aun
así deseaba aquello, necesitaba, deseaba un toque de aquel pelinegro, un beso
de él, una caricia de él. Si, a ese grado había llegado su deseo desde aquella
vez que se habían visto las caras por primera vez.
-Yo también te deseo Kim
Junsu
Murmuro de nuevo el
pelinegro contra el odio de aquel hombre.
-Y creo que tenemos que
hacer algo al respecto. ¿No lo crees?
-Si…
Y sus miradas se encontraron
a través de aquel espejo en el que hace unos momentos el pelinegro se
reflejaba, una mirada color caramelo y una mirada oscura se cruzaron, miradas
que dejaban ver el deseo que ambos sentían, dejando ver al fotógrafo aquellas
mejillas levemente sonrojadas que hacían juego con aquella mirada.
-Entonces vamos a hacerlo.
Las manos de Yoochun fueron
hábiles al igual que su boca que no dejaba de tentar a aquel pelinegro, con
mordiscos y besos en aquella piel de su cuello, esa que parecía no cansarse de
torturar y menos si hacia que aquel pelinegro jadeara de aquella manera.
Cuando por fin pudo
deshacerse de aquella prenda que cubría la piel de su pecho sus manos se
tomaron el lujo de pasear por allí, tocando toda aquella piel.
Junsu se sentía en una
especie de transe, mientras todavía sentado en aquella silla podía ver la forma
en que le tocaba, como no solamente sentía aquellas grandes manos blancas
tocarle si no que podía verlo, podía ver aquella mirada que el pelinegro le regalaba
mientras probaba un poco más de su cuello, mientras se miraba a si mismo
disfrutando de aquello.
Un leve gemido escapo de su
boca cuando una de las manos del pelinegro encontró un buen lugar para
descansar y jugar, pellizco de nuevo su pezón haciéndolo gemir de nuevo y él
pensó que iba a volverse loco, loco si no llegaba a tocarle ahora el, se
conformaba en ese momento con solo un beso.
Movió su cabeza lo
suficiente hasta que sus bocas su encontraron, un jadeo escapo de ambas bocas
cuando sus bocas se encontraron por primera vez, pares de labios que una vez se
encontraron no pensaron en delicadezas, no cuando llevaban deseando besarse de
esa manera desde la primera vez que se habían visto.
Yoochun había sabido desde
la primera vez que había visto esos labios que no le iban a defraudar cuando
los probara, eran suaves y adictivos, tan adictivos que necesito más de ellos.
Volvió a tocar aquella piel
rugosa ganándose otro gemido, ganándose el suficiente espacio en la boca del
otro para que sus lenguas se encontraran.
Besos húmedos y calientes
fueron compartidos mientras el pelinegro se las ingeniaba para hacer parar a
aquel hombre de ojos caramelo, de una manera en que sus bocas no se soltaran en
ningún momento.
Solo se separaron lo
suficiente para tomar un poco de aire y Yoochun hacia girar al pelinegro entre
sus brazos antes de tomar esa boca rosada de manera posesiva al igual que sus
brazos que rodearon aquella cintura y le pegaba a él.
Las manos de Junsu no
perdieron oportunidad para tocar, buscaron entre aquella ropa que el pelinegro
usaba hasta que por fin hicieron contacto con aquella piel, que había deseado
tocar antes.
Yoochun necesitaba más,
necesitaba sentir por completo a aquel hombre que tenia entre sus brazos, el
calor que las manos y el cuerpo de Junsu
le regalaban no era suficiente, quería, necesitaba sentirle piel contra piel,
deseaba probar un poco más de aquella piel que ya había tenido el gusto de
probar de su cuello, aun cuando no tuviera deseos de soltar aquella boca que en
ese momento probaba.
Sus manos bajaron palpando
aquel cuerpo que solo había tenido el placer de ver tanto en televisión como en
vivo pero que no había tenido el placer de tocar, llegando a aquella hasta su
trasero apretándolo lo suficiente para ganarse un jadeo por parte del otro,
apretándolo contra el hasta que sus entrepiernas se rosaron por encima de la
ropa jadeando al unísono, notando a la vez que cierta parte de sus cuerpos
estaban ya necesitadas de más.
Las manos de Yoochun se
apretaron de nuevo en el trasero del pelinegro y alzándolo en vilo hizo que
este rodeara su cintura con sus piernas, alzándolo lo suficiente para hacerlo
sentar en aquella mesa que contenía todo aquello que las maquillistas
utilizaban para arreglar a sus modelos y que
él mismo se encargo de mover sin mucha delicadeza claro esta, haciendo
que todo terminara en el suelo.
Pero aun así Junsu no soltó
el agarre que tenia con sus piernas en la cintura del pelinegro, le quería
cerca ahora.
Manos expertas y titubeantes
se movieron por el cuerpo ajeno desprendiendo prendas de aquellas pieles que
querían tocar que necesitaban tocar y que necesitaban ser tocadas, hasta que
quedaron completamente desnudas para el otro.
-Te he deseado tanto.
Murmuro Yoochun entre besos
que iban dejando por la mandíbula de Junsu, por su garganta.
-¿Ahora ya no me deseas?
Pregunto el pelinegro
mientras se dejaba hacer, moviendo su cabeza dejando espacio para esos labios.
Una de las manos de Yoochun
tomo una mano blanca y ajena llevándola a ese lugar que moría por ser tocado,
jadeando cuando aquella mano le tomo por
la base y sus delgados dedos le tocaban de manera titubeante.
-¿Es-o responde tu pregunta?
Pregunto el pelinegro con
voz ronca mientras su boca seguía con su tarea de probar aquella piel que
estaba a su disposición, lamiendo y mordiendo cada tramo de piel blanca creando
un camino de mordiscó y besos hasta que se encontró a si mismo hincado sobre el
suelo y quedaba a la vista aquella semi despierta erección la cual no dudo en
tomar en su mano.
-Y-Yoochun S-shi.
-Yoochun, solo Yoochun.
Dijo el pelinegro mientras
su mano tocaba aquella parte del cuerpo del pelinegro sintiéndolo crecer contra
su palma, mientras miraba como el hombre de ojos caramelos comenzaba a perder
el foto, mientras aquella mirada caramelo se encontraba con la de él y solo podía
ver deseo.
-Y-Yoochun.
Las mejillas de Junsu
tomaron una tonalidad carmín mientras miraba a aquel pelinegro arrodillado
frente a él, mientras le miraba atenderle y como a cada toque le llevaba poco a
poco a la locura.
-¿Ahora actuaras tímido
Junsu ah?
Pero Yoochun no le dio
tiempo a contestar por que mientras su mano se encargaba de tocarle, su boca no
podía mantenerse quita, mordiendo sus muslos, acercándose poco a poco a aquella
parte que estaba tocando.
Junsu pensó que iba a
volverse loco si el pelinegro no hacia algo, estaba jugando con el, tentándole
como si buscara que le dijera algo, como si necesitara alguna señal para que
parara aquella tortura placentera.
-No- o, to - tócame, tócame
ya.
Y parecía que eso era lo que
Yoochun necesitaba por que ahora fue su boca la que tomaba la virilidad de aquel
chico uno que gimió agudamente y un chispazo recorría su cuerpo, mientras esa
boca le provocaba.
Sus manos se enredaron en el
cabello largo del pelinegro mientras su cabeza por voluntad propia se echaba
hacia atrás recargándose contra el espejo, mientras todo su cuerpo se
estremecía.
-C-Chun…
Junsu se sentía perdido ante
todas esas sensaciones que la boca y la mano – que se había unido a la tortura – de Yoochun le regalaban pero
necesitaba más, necesitaba más de él.
-T- Te necesito Yoochun, te
necesito.
Murmuro Junsu a ojos
cerrados y ver esa imagen y escuchar esos susurros por parte de aquel hombre
hicieron que Yoochun detuviera aquella tortura que le estaba dando su boca,
pero que su mano no dejo de hacer.
Verle así, a ojos cerrados,
recargado contra aquel espejo, mejillas sonrojadas, labios entreabiertos que
soltaban gemidos y jadeos, fueron a ojos del pelinegro la imagen perfecta y
deseo haber tenido una cámara con el, tomar aquella imagen que solo seria para
el, que le recordarían lo que era una imagen perfecta.
-¿Dónde me quieres Junsu
ah?, dime.
- Dentro.
Yoochun parecía amar ese
juego, ese en el que Junsu le mostraba esa parte no tan tímida que mostraba en
aquellas presentaciones de variedades o programas de televisión en los que
aparecía, pero que sabia que existía. Uno en que le torturaba y se torturaba a
si mismo, deseaba estar dentro de el en ese momento, pero le era fascinante
hacerlo enloquecer de esa manera.
Y Junsu que en ese momento
se encontraba tan sumido en aquellas sensaciones y que su cerebro parecía no
procesar la timidez.
Volvió a ponerse en pie
tirando un poco de las piernas de Junsu llevándolo hasta el borde de aquella
mesa, piernas que no perdieron tiempo y se enredaron en su cintura al igual que
sus manos en el cabello del pelinegro mientras sus bocas se encontraban de
nuevo en un beso hambriento.
La mano del pelinegro bajo
hasta aquel lugar en el que moría por entrar, abriéndose pasó entre sus glúteos
hasta que pudo tocar aquella piel rugosa, ganándose un jadeo, uno que murió en
su boca entremedio de aquel beso.
-¿Es aquí donde me quieres?
Junsu apenas balbuceo un si
y él no iba a tardar en cumplirle lo que deseaba, su mano subió a su boca, mano
que fue detenida por Junsu el cual se encargo de lubricar tres de sus dedos,
llenándolos con su saliva.
Su mano volvió a aquel lugar
tanteando aquella piel antes de que uno de sus dedos comenzara a abrirse paso
en aquel lugar. Un leve quejido fue acallado por la boca de Yoochun mientras
sus dedos comenzaban a abrirse paso por aquel estrecho anillo, uno que se expandía
y comenzaba a amoldarse a sus dedos.
-Y-a, hazlo.
Murmuro un Junsu impaciente
ganándose una pequeña risita por parte de Yoochun y un beso largo que sirvió
como distracción mientras el pelinegro se perfilaba y lentamente entraba a
aquel lugar que parecía esperarle deseoso, tanto como él se encontraba en ese
momento, deseoso de entrar a ese caliente lugar.
La incomodidad de Junsu no
paso desapercibida para Yoochun encargándose ahora de aquella parte de la
anatomía Junsu que había dejado desatendida, su mano llevaba un rito lento
mientras le masturbaba, mientras su boca mordía y lamia la piel de su cuello
hasta que el mismo Junsu le indico que podía moverse.
El vaivén de caderas fue
lento, tan lento que fue una tortura para Yoochun, tan lento que podía
disfrutar y sentir que tan profundo llegaba al interior de Junsu, tan lento que
Junsu se sentía desfallecer mientras lo sentía llenarlo.
El vaivén tomo intensidad
estocadas certeras que robaron gemidos por parte de ambos, gemidos que fueron
acallados de vez en cuando por aquellos besos que se regalaban, gemidos que
iban acompañados de aquellos corrientes eléctricas que recorrían sus cuerpos,
esos cuerpos que necesitaban más.
-Más Yoochun, más.
Murmuro Junsu perdido en
aquellas sensaciones y Yoochun no se hizo del rogar ante aquello.
Tomando una de sus piernas
la hizo subió hasta que su pie descanso en el borde de la mesa abriendo más el ángulo de sus
piernas llegando más profundo, mucho más dentro de aquel pasaje tocando aquel lugar
que hizo gritar a Junsu
Junsu se aferrarse a los
hombros de Yoochun, estaba perdido, con los ojos ligeramente entrecerrados, las
mejillas sonrojadas, respirando por la boca gimiendo, jadeando, siendo una
imagen perfecta para Yoochun.
-M-Mierda, si pudieras verte
en ese momento Junsu ah… debería tomar una fotografía de esto, tu… ¡oh joder!.
Gimió ronco Yoochun mientras
las corrientes eléctricas que recorrían su cuerpo comenzaban a instalarse en su
bajo vientre.
-N-No digas eso.
Jadeo el Junsu ganándose una
risita por parte de Yoochun, al final de cuentas seguía siendo vergonzoso y
ahora el pelinegro sabia que podía hacerlo avergonzarse si le hablaba de esa
manera, pero esa risita murió y desapareció justo cuando su vaivén de caderas
comenzaba a ser frenético, con toques certeros y precisos que solo los llevaban
rápidamente a la locura.
Ambos sabían que aquello iba
a terminar, que en cualquier momento iban a llegar, la mano del pelinegro bajo
de nuevo a la entrepierna de Junsu tomándolo en su mano bombeando su erección
al compas de sus embestidas.
-Y-Yoochun.
Murmuro perdido el
pelinegro.
-Hazlo.
Y eso fue suficiente para
Junsu, la voz ronca de aquel hombre, su mano bombeando su entrepierna dándole
doble del placer mientras lo sentía entrar profundamente dentro de él, fue
suficiente para hacerlo correr, llegando al climax en una explosión que le hizo
gemir y perderse mientras cerraba los ojos, una
a la que se le unió el pelinegro en un gemido ronco.
Sus respiraciones eran
trabajosas pero ninguno se movió, Yoochun todavía permanecía dentro de Junsu
dentro de aquel pasaje en ese momento se encontraba marcado por su esencia,
mientras en su mano todavía descansaba la virilidad de Junsu al igual que parte
de su esencia una que manchaba su pecho y el pecho de él.
El silencio reino entre los
dos, pero no era ningún silencio incomodo ni nada por el estilo, más bien los
dos disfrutaban de él, disfrutaban de escuchar sus respiraciones que poco a
poco se normalizaban al igual que el golpeteo frenético de sus corazones que
regresaban a la normalidad lentamente.
-Si hubieras podido verte
Junsu ah, debí haberte tomado una fotografía para que pudieras verte, tu cara
era un poema cuando llegaste al orgasmo.
La voz de Yoochun todavía se
escuchaba ronca y eso solo hizo que Junsu se sonrojara un poco ante aquello. Porque
bueno él no podía evitar sentir un poquitín de vergüenza.
-Te he dicho que no digas
eso.
-¿Qué me dices?, ¿me lo dice
el hombre que viene aquí a seducirme en pleno trabajo?
Dijo el pelinegro con una
sonrisa en los labios, mientras miraba divertido a aquel hombre de ojos
caramelo que le miraba con el ceño ligeramente fruncido. Y que hizo que el
pelinegro solo lo estrechara más contra el, rodeándolo con su brazo libre en un
abrazo posesivo.
-Eso no es cierto.
Quizá si era cierto, pero
con tal de llevarle la contraria en ese momento en el que se sentía
avergonzado.
-¿Ah no?, creo que tendré
que mostrarte las fotografías que he tomado para que puedas verte.
Y quizá en eso podría
tomarle esa fotografía perfecta, que solo iba a ser para el, o quizá no la
tomara y la guardara celosamente en su cabeza, porque si, él se iba a encargar
de que esa imagen y muchas más fueran solamente para el.
FIN
jhdjsahdljahsdl
ResponderEliminarYoosu lemonoso y pornoso en camino a ser tiernos *w*
aish me encanto u///u
Me distraes! studio para dos examenes y tu subes shot! xD hwoafdhlhflKAD
*--------* es que el YooSu sin importar las circunstancias se ama y apasionadamente~~ omg! eso de que los dos se desearan por igual fue genial <3 porque se habían enamorado desde el instante en que sus ojitos se encontraron por primera vez.
ResponderEliminarGracias~~ estuvo lindamente pornosho *Q* asi cm me gustan~
*O* lo ameeeee~~ que cosos mas pornosos y lindos... me encantan!!!! *-* excelente fic~~
ResponderEliminarGracias~ *-*
:Q____________________ *babea por su casa*
ResponderEliminarEso fué muuuy sexy~~ Yoochun de fotógrafo y Junsu de modelo sexy *Q* Oh my god, perfecta combinacion♥
Ese lemon estuvo muuuuy bueno~ Y estoy segura de que lo de ese par no se quedará solo en deseo y pasión, yo séeeeee que hay alguito más alli en sus corazóncitos♥
Gracias Taniiii~ Me encantó *^*
Aaaahhh *w* muy bueno muy bueno! nuc xq me lo imagine haciendo fotos tipo esas del tiempo d tarantallegra todo seductor para un chunnie fotografo...lo recomendareeeeee!
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