miércoles, 17 de octubre de 2012

[OneShot] Fotografía Perfecta



¡Hello!, bueno como les había avisado la entrada pasada, en esta semana iba a subir una de las pequeñas ideas que había estado rondando en mi cabeza ¿y que creen?, ya había terminado xDD, pero la Uni no me dejaba ni un minuto D:  pero ya esta :3, ¡por fin!.

Espero que les guste, como siempre digo cualquier comentario constructivo es bien recibido, >.< yo acepto que no soy buena escribiendo +18 pero tratare de mejorar con el tiempo >.< *eso espero* ¡y bueno... aquí esta!






Titulo: Fotografía perfecta
Autor: Tani
Pareja: Yoosu
Género: Romance, Lemon (+18)
Extensión: OneShot


-Así, por favor alza un poco la barbilla, así… Aja… Ahora mira hacia mí. Si y…

Alguien se acercó a aquel hombre pelinegro que en ese momento estaba a punto de tomar la foto perfecta a su modelo.

-Él está aquí

Hablo bajo en su oído uno de sus asistentes y eso fue todo para que olvidara la fotografía “perfecta” que estaba buscando.

-Dile que pase.

Y así sin siquiera mirar cómo estaba la modelo, tomo aquella fotografía  dando por terminada aquella sesión de fotos.
El lugar se lleno de aplausos por el arduo trabajo que todos habían hecho y como siempre el equipo se encargaba de darles las gracias a sus modelos con un pequeño detalle. Él apenas y pudo terminar de darle las gracias a la chica por su trabajo, estaba ansioso por ver al que sería su siguiente modelo. No por nada había hablado con aquella marca de ropa que le había contratado para hacer ese trabajo que lo contratara a él. Él era la imagen perfecta para aquel concepto, elegancia, sensualidad, pero con un toque de inocencia. Todo junto en aquel hombre de cabello oscuro que en ese momento entraba al lugar.


El ya había trabajado una vez con él, cuando su carrera como fotógrafo había comenzado y como esa vez que le miro, él era todo sonrisas, saludando a todo el equipo diciéndoles que haría un trabajo perfecto y que no causaría molestias. El espero pacientemente a que él se acercara hacia donde él estaba y cuando sus ojos negros hicieron contacto con aquellos ojos de color caramelo en forma de gota supo que estaba perdido, ¿Por qué? Por la forma en que le miro, aquella mirada intensa que sostuvo sin titubear y aun cuando no le pusiera nervioso, sabía que iba a ser muy difícil para el concentrarse y más al ver aquellos sensuales labios que se curvaban en una pequeña sonrisa.

Aquella ocasión había podido ser fuerte, demasiado fuerte para no hacerle nada cuando habían estado ellos dos solos tomando aquellas fotografías, cuando el chico en ese entonces llevaba su cabello rubio siendo ante sus ojos un pequeño diablillo, un sensual y pequeño diablillo travieso.

-Junsu shi
-Yoochun shi.

Ambos estrecharon sus manos y supieron que estaban perdidos, quizá la tensión que habían dejado aquella vez en aquel lugar no había desaparecido si no que se había multiplicado a tal punto que esperaban que aquel día no sucediera ninguna locura.
Yoochun apretó un poco más la mano de aquel chico de ojos caramelos, con una sonrisa apenas dibujándose en sus labios.

-¿Por qué no pasa a cambiarse?, en este momento cambiaran el escenario así que tómese su tiempo.
-Lo hare, no se preocupe.

Pero ninguno de los dos se movió, más bien se sostenían la mirada, como si se estuvieran retando, como si estuvieran viendo quien sería el primero que callera bajo la tentación por la que había luchado aquel día.

-Junsu shi por favor pase a probarse la ropa.

Y solo un tercero fue capaz de cortar aquel contacto visual, uno que estaba cargado de deseo y aun cuando ninguno de los dos quisiera ser el primero en caer y aun cuando no quisieran hacer una locura ese día, estaban deseando en caer y quizá ese día no podría lugar mucho más contra aquello.


***


-No, así no, por favor inclina un poco tu cabeza hacia la derecha... aja… no, un poco hacia la derecha.

Y aun cuando no era la foto que Yoochun deseaba, la tomo, ese hombre estaba haciendo todo lo contrario a lo que él le pedía, no importa que tanto le dijera el hacia lo contrario en ocasiones le hacia creer que lo estaba haciendo a propósito, no le dejaba tomar una buena fotografía una fotografía perfecta.

La sesión había comenzado muy bien aunque su fuerza de voluntad había estado en juego en varias ocasiones, el hombre al que fotografiaba parecía que lo retaba con la mirada, mirándolo de esa manera tan provocativa, como si le retara, y a la vez le sedujera con esas miradas intensas de color caramelo, pero después parecía que había perdido la paciencia al ver que el no caía en sus juegos, que no se lanzaba sobre el y se comía a besos esa boca rosada que parecía llamarle cada vez que este la entreabría un poco o cuando sonreía levemente para la cámara.

-Bien, suficiente, todos un descanso.

Dijo por fin el pelinegro después de otro intento fallido, Junsu podía estar posando para el pero no seguía los patrones que le había marcado para que la ropa que estaba usando luciera perfectamente bien.

Todo el mundo parecía alegre por tales palabras, bueno quizá todos estaban cansados debido a que no habían tomado ni cinco minutos de descanso desde que la modelo anterior se había ido.
Pero entre todas esas personas alegres, Junsu parecía más contento, le sonrió levemente mientras se disponía a ir al pequeño camerino que habían dispuesto para que pudiera cambiarse. Pero cuando paso a su lado y susurro ese “ven” su idea de descanso cambio de parecer.

-¿Por qué no van a comer todos?, los veo aquí en dos horas.

Y eso parecía alegrar a todo mundo por que en menos de un minuto todo el mundo desapareció, hasta el manager de Junsu, dejándolos solos.
El no tardo en seguir el camino que aquel pelinegro había marcado para que siguiera y ni mucho menos toco aquella puerta que le daba comodidad y privacidad.

-Te gusta tentarme ¿no es así?

Apenas entro el pelinegro encaro a aquel hombre de ojos caramelo que parecía esperarle pacientemente sentado en aquella silla frente al espejo, ese que antes las maquillistas hubieran utilizado para que él se reflejara.

-Te gustó tentarme aquella ocasión ¿no es así?

A cada palabra que decía el pelinegro era un paso añadido a su camino hacia ese pelinegro que le miraba a través del espejo.

-El cantante y modelo, tímido e inocente  Kim Junsu que miro en la televisión, que parece avergonzarse por muchas cosas ¿ahora esta seduciendo al fotógrafo?.

La voz del pelinegro se escucho un poco más ronca ahora que se encontraba a espaldas de aquel hombre de ojos caramelos que le miraba intensamente. Si, quizá se había vuelto fan de aquel hombre desde que se habían visto por primera vez, o quizá era que había tenido la necesidad de seguir todo lo que hiciera.

Yoochun se inclino hacia aquel hombre, lo suficiente hasta que su barbilla descanso en el hombro de aquel hombre y su nariz pudo oler aquel olor embriagante que el otro desprendía robándose un pequeño jadeo por parte del otro y un pequeño rubor que ahora cubría sus mejillas.

-Que sea tímido no quiere decir que no desee cosas.

Quizá podría serlo, ser lo que describía aquel hombre pelinegro, pero este tenia la culpa de que estuviera haciendo eso, él se había colado en sus pensamientos desde aquella vez que habían trabajado juntos, el tenia la culpa de que no dejara de pensarle, por eso cuando le habían llamado y le habían mencionado que aquel pelinegro le había nombrado como buen candidato para aquella marca de ropa, no había dudado dos veces en aceptar y mucho menos se había pensando dos veces en fastidiar aquella sesión de fotos solo para poder tenerlo a solas.

-¿Entonces me deseas?

Murmuro bajo el pelinegro sobre el odio de Junsu tomándose el atrevimiento de morder levemente el lóbulo de su oreja ganándose otro pequeño jadeo.

-Si.

No dudo en decirlo, aunque en ese momento su corazón golpeara contra su pecho de manera rápida y no solamente por las sensaciones que el pelinegro estaba comenzando a despertar en su cuerpo ante aquella respiración caliente y esos labios contra la piel de su cuello, esa piel que el mismo dejo más expuesta para el.

Estaba nervioso, pero aun así deseaba aquello, necesitaba, deseaba un toque de aquel pelinegro, un beso de él, una caricia de él. Si, a ese grado había llegado su deseo desde aquella vez que se habían visto las caras por primera vez.

-Yo también te deseo Kim Junsu

Murmuro de nuevo el pelinegro contra el odio de aquel hombre.

-Y creo que tenemos que hacer algo al respecto. ¿No lo crees?
-Si…

Y sus miradas se encontraron a través de aquel espejo en el que hace unos momentos el pelinegro se reflejaba, una mirada color caramelo y una mirada oscura se cruzaron, miradas que dejaban ver el deseo que ambos sentían, dejando ver al fotógrafo aquellas mejillas levemente sonrojadas que hacían juego con aquella mirada.

-Entonces vamos a hacerlo.  

Las manos de Yoochun fueron hábiles al igual que su boca que no dejaba de tentar a aquel pelinegro, con mordiscos y besos en aquella piel de su cuello, esa que parecía no cansarse de torturar y menos si hacia que aquel pelinegro jadeara de aquella manera.

Cuando por fin pudo deshacerse de aquella prenda que cubría la piel de su pecho sus manos se tomaron el lujo de pasear por allí, tocando toda aquella piel.
Junsu se sentía en una especie de transe, mientras todavía sentado en aquella silla podía ver la forma en que le tocaba, como no solamente sentía aquellas grandes manos blancas tocarle si no que podía verlo, podía ver aquella mirada que el pelinegro le regalaba mientras probaba un poco más de su cuello, mientras se miraba a si mismo disfrutando de aquello.

Un leve gemido escapo de su boca cuando una de las manos del pelinegro encontró un buen lugar para descansar y jugar, pellizco de nuevo su pezón haciéndolo gemir de nuevo y él pensó que iba a volverse loco, loco si no llegaba a tocarle ahora el, se conformaba en ese momento con solo un beso.

Movió su cabeza lo suficiente hasta que sus bocas su encontraron, un jadeo escapo de ambas bocas cuando sus bocas se encontraron por primera vez, pares de labios que una vez se encontraron no pensaron en delicadezas, no cuando llevaban deseando besarse de esa manera desde la primera vez que se habían visto.
Yoochun había sabido desde la primera vez que había visto esos labios que no le iban a defraudar cuando los probara, eran suaves y adictivos, tan adictivos que necesito más de ellos.

Volvió a tocar aquella piel rugosa ganándose otro gemido, ganándose el suficiente espacio en la boca del otro para que sus lenguas se encontraran.
Besos húmedos y calientes fueron compartidos mientras el pelinegro se las ingeniaba para hacer parar a aquel hombre de ojos caramelo, de una manera en que sus bocas no se soltaran en ningún momento.

Solo se separaron lo suficiente para tomar un poco de aire y Yoochun hacia girar al pelinegro entre sus brazos antes de tomar esa boca rosada de manera posesiva al igual que sus brazos que rodearon aquella cintura y le pegaba a él.

Las manos de Junsu no perdieron oportunidad para tocar, buscaron entre aquella ropa que el pelinegro usaba hasta que por fin hicieron contacto con aquella piel, que había deseado tocar antes.

Yoochun necesitaba más, necesitaba sentir por completo a aquel hombre que tenia entre sus brazos, el calor que  las manos y el cuerpo de Junsu le regalaban no era suficiente, quería, necesitaba sentirle piel contra piel, deseaba probar un poco más de aquella piel que ya había tenido el gusto de probar de su cuello, aun cuando no tuviera deseos de soltar aquella boca que en ese momento probaba.

Sus manos bajaron palpando aquel cuerpo que solo había tenido el placer de ver tanto en televisión como en vivo pero que no había tenido el placer de tocar, llegando a aquella hasta su trasero apretándolo lo suficiente para ganarse un jadeo por parte del otro, apretándolo contra el hasta que sus entrepiernas se rosaron por encima de la ropa jadeando al unísono, notando a la vez que cierta parte de sus cuerpos estaban ya necesitadas de más.

Las manos de Yoochun se apretaron de nuevo en el trasero del pelinegro y alzándolo en vilo hizo que este rodeara su cintura con sus piernas, alzándolo lo suficiente para hacerlo sentar en aquella mesa que contenía todo aquello que las maquillistas utilizaban para arreglar a sus modelos y que  él mismo se encargo de mover sin mucha delicadeza claro esta, haciendo que todo terminara en el suelo.

Pero aun así Junsu no soltó el agarre que tenia con sus piernas en la cintura del pelinegro, le quería cerca ahora.
Manos expertas y titubeantes se movieron por el cuerpo ajeno desprendiendo prendas de aquellas pieles que querían tocar que necesitaban tocar y que necesitaban ser tocadas, hasta que quedaron completamente desnudas para el otro.

-Te he deseado tanto.

Murmuro Yoochun entre besos que iban dejando por la mandíbula de Junsu, por su garganta.

-¿Ahora ya no me deseas?

Pregunto el pelinegro mientras se dejaba hacer, moviendo su cabeza dejando espacio para esos labios.
Una de las manos de Yoochun tomo una mano blanca y ajena llevándola a ese lugar que moría por ser tocado, jadeando cuando aquella mano  le tomo por la base y sus delgados dedos le tocaban de manera titubeante.

-¿Es-o responde tu pregunta?

Pregunto el pelinegro con voz ronca mientras su boca seguía con su tarea de probar aquella piel que estaba a su disposición, lamiendo y mordiendo cada tramo de piel blanca creando un camino de mordiscó y besos hasta que se encontró a si mismo hincado sobre el suelo y quedaba a la vista aquella semi despierta erección la cual no dudo en tomar en su mano.

-Y-Yoochun S-shi.
-Yoochun, solo Yoochun.

Dijo el pelinegro mientras su mano tocaba aquella parte del cuerpo del pelinegro sintiéndolo crecer contra su palma, mientras miraba como el hombre de ojos caramelos comenzaba a perder el foto, mientras aquella mirada caramelo se encontraba con la de él y solo podía ver deseo.

-Y-Yoochun.

Las mejillas de Junsu tomaron una tonalidad carmín mientras miraba a aquel pelinegro arrodillado frente a él, mientras le miraba atenderle y como a cada toque le llevaba poco a poco a la locura.

-¿Ahora actuaras tímido Junsu ah?

Pero Yoochun no le dio tiempo a contestar por que mientras su mano se encargaba de tocarle, su boca no podía mantenerse quita, mordiendo sus muslos, acercándose poco a poco a aquella parte que estaba tocando.
Junsu pensó que iba a volverse loco si el pelinegro no hacia algo, estaba jugando con el, tentándole como si buscara que le dijera algo, como si necesitara alguna señal para que parara aquella tortura placentera.

-No- o, to - tócame, tócame ya.

Y parecía que eso era lo que Yoochun necesitaba por que ahora fue su boca la que tomaba la virilidad de aquel chico uno que gimió agudamente y un chispazo recorría su cuerpo, mientras esa boca le provocaba.

Sus manos se enredaron en el cabello largo del pelinegro mientras su cabeza por voluntad propia se echaba hacia atrás recargándose contra el espejo, mientras todo su cuerpo se estremecía.

-C-Chun…

Junsu se sentía perdido ante todas esas sensaciones que la boca y la mano – que se había unido a  la tortura – de Yoochun le regalaban pero necesitaba más, necesitaba más de él.

-T- Te necesito Yoochun, te necesito.

Murmuro Junsu a ojos cerrados y ver esa imagen y escuchar esos susurros por parte de aquel hombre hicieron que Yoochun detuviera aquella tortura que le estaba dando su boca, pero que su mano no dejo de hacer.

Verle así, a ojos cerrados, recargado contra aquel espejo, mejillas sonrojadas, labios entreabiertos que soltaban gemidos y jadeos, fueron a ojos del pelinegro la imagen perfecta y deseo haber tenido una cámara con el, tomar aquella imagen que solo seria para el, que le recordarían lo que era una imagen perfecta.

-¿Dónde me quieres Junsu ah?, dime.
- Dentro.

Yoochun parecía amar ese juego, ese en el que Junsu le mostraba esa parte no tan tímida que mostraba en aquellas presentaciones de variedades o programas de televisión en los que aparecía, pero que sabia que existía. Uno en que le torturaba y se torturaba a si mismo, deseaba estar dentro de el en ese momento, pero le era fascinante hacerlo enloquecer de esa manera.

Y Junsu que en ese momento se encontraba tan sumido en aquellas sensaciones y que su cerebro parecía no procesar la timidez.

Volvió a ponerse en pie tirando un poco de las piernas de Junsu llevándolo hasta el borde de aquella mesa, piernas que no perdieron tiempo y se enredaron en su cintura al igual que sus manos en el cabello del pelinegro mientras sus bocas se encontraban de nuevo en un beso hambriento.

La mano del pelinegro bajo hasta aquel lugar en el que moría por entrar, abriéndose pasó entre sus glúteos hasta que pudo tocar aquella piel rugosa, ganándose un jadeo, uno que murió en su boca entremedio de aquel beso.

-¿Es aquí donde me quieres?

Junsu apenas balbuceo un si y él no iba a tardar en cumplirle lo que deseaba, su mano subió a su boca, mano que fue detenida por Junsu el cual se encargo de lubricar tres de sus dedos, llenándolos con su saliva.

Su mano volvió a aquel lugar tanteando aquella piel antes de que uno de sus dedos comenzara a abrirse paso en aquel lugar. Un leve quejido fue acallado por la boca de Yoochun mientras sus dedos comenzaban a abrirse paso por aquel estrecho anillo, uno que se expandía y comenzaba a amoldarse a sus dedos.

-Y-a, hazlo.

Murmuro un Junsu impaciente ganándose una pequeña risita por parte de Yoochun y un beso largo que sirvió como distracción mientras el pelinegro se perfilaba y lentamente entraba a aquel lugar que parecía esperarle deseoso, tanto como él se encontraba en ese momento, deseoso de entrar a ese caliente lugar.

La incomodidad de Junsu no paso desapercibida para Yoochun encargándose ahora de aquella parte de la anatomía Junsu que había dejado desatendida, su mano llevaba un rito lento mientras le masturbaba, mientras su boca mordía y lamia la piel de su cuello hasta que el mismo Junsu le indico que podía moverse.

El vaivén de caderas fue lento, tan lento que fue una tortura para Yoochun, tan lento que podía disfrutar y sentir que tan profundo llegaba al interior de Junsu, tan lento que Junsu se sentía desfallecer mientras lo sentía llenarlo.

El vaivén tomo intensidad estocadas certeras que robaron gemidos por parte de ambos, gemidos que fueron acallados de vez en cuando por aquellos besos que se regalaban, gemidos que iban acompañados de aquellos corrientes eléctricas que recorrían sus cuerpos, esos cuerpos que necesitaban más.

-Más Yoochun, más.

Murmuro Junsu perdido en aquellas sensaciones y Yoochun no se hizo del rogar ante aquello.
Tomando una de sus piernas la hizo subió hasta que su pie descanso en el borde  de la mesa abriendo más el ángulo de sus piernas llegando más profundo, mucho más dentro de aquel pasaje tocando aquel lugar que hizo gritar a Junsu
Junsu se aferrarse a los hombros de Yoochun, estaba perdido, con los ojos ligeramente entrecerrados, las mejillas sonrojadas, respirando por la boca gimiendo, jadeando, siendo una imagen perfecta para Yoochun.

-M-Mierda, si pudieras verte en ese momento Junsu ah… debería tomar una fotografía de esto, tu… ¡oh joder!.

Gimió ronco Yoochun mientras las corrientes eléctricas que recorrían su cuerpo comenzaban a instalarse en su bajo vientre.

-N-No digas eso.

Jadeo el Junsu ganándose una risita por parte de Yoochun, al final de cuentas seguía siendo vergonzoso y ahora el pelinegro sabia que podía hacerlo avergonzarse si le hablaba de esa manera, pero esa risita murió y desapareció justo cuando su vaivén de caderas comenzaba a ser frenético, con toques certeros y precisos que solo los llevaban rápidamente a la locura.
Ambos sabían que aquello iba a terminar, que en cualquier momento iban a llegar, la mano del pelinegro bajo de nuevo a la entrepierna de Junsu tomándolo en su mano bombeando su erección al compas de sus embestidas.

-Y-Yoochun.

Murmuro perdido el pelinegro.

-Hazlo.

Y eso fue suficiente para Junsu, la voz ronca de aquel hombre, su mano bombeando su entrepierna dándole doble del placer mientras lo sentía entrar profundamente dentro de él, fue suficiente para hacerlo correr, llegando al climax en una explosión que le hizo gemir y perderse mientras cerraba los ojos, una  a la que se le unió el pelinegro en un gemido ronco.
Sus respiraciones eran trabajosas pero ninguno se movió, Yoochun todavía permanecía dentro de Junsu dentro de aquel pasaje en ese momento se encontraba marcado por su esencia, mientras en su mano todavía descansaba la virilidad de Junsu al igual que parte de su esencia una que manchaba su pecho y el pecho de él.

El silencio reino entre los dos, pero no era ningún silencio incomodo ni nada por el estilo, más bien los dos disfrutaban de él, disfrutaban de escuchar sus respiraciones que poco a poco se normalizaban al igual que el golpeteo frenético de sus corazones que regresaban a la normalidad lentamente.

-Si hubieras podido verte Junsu ah, debí haberte tomado una fotografía para que pudieras verte, tu cara era un poema cuando llegaste al orgasmo.

La voz de Yoochun todavía se escuchaba ronca y eso solo hizo que Junsu se sonrojara un poco ante aquello. Porque bueno él no podía evitar sentir un poquitín de vergüenza.

-Te he dicho que no digas eso.
-¿Qué me dices?, ¿me lo dice el hombre que viene aquí a seducirme en pleno trabajo?

Dijo el pelinegro con una sonrisa en los labios, mientras miraba divertido a aquel hombre de ojos caramelo que le miraba con el ceño ligeramente fruncido. Y que hizo que el pelinegro solo lo estrechara más contra el, rodeándolo con su brazo libre en un abrazo posesivo.

-Eso no es cierto.

Quizá si era cierto, pero con tal de llevarle la contraria en ese momento en el que se sentía avergonzado.

-¿Ah no?, creo que tendré que mostrarte las fotografías que he tomado para que puedas verte.

Y quizá en eso podría tomarle esa fotografía perfecta, que solo iba a ser para el, o quizá no la tomara y la guardara celosamente en su cabeza, porque si, él se iba a encargar de que esa imagen y muchas más fueran solamente para el.



FIN

5 comentarios:

  1. jhdjsahdljahsdl

    Yoosu lemonoso y pornoso en camino a ser tiernos *w*
    aish me encanto u///u

    Me distraes! studio para dos examenes y tu subes shot! xD hwoafdhlhflKAD

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  2. *--------* es que el YooSu sin importar las circunstancias se ama y apasionadamente~~ omg! eso de que los dos se desearan por igual fue genial <3 porque se habían enamorado desde el instante en que sus ojitos se encontraron por primera vez.

    Gracias~~ estuvo lindamente pornosho *Q* asi cm me gustan~

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  3. *O* lo ameeeee~~ que cosos mas pornosos y lindos... me encantan!!!! *-* excelente fic~~

    Gracias~ *-*

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  4. :Q____________________ *babea por su casa*
    Eso fué muuuy sexy~~ Yoochun de fotógrafo y Junsu de modelo sexy *Q* Oh my god, perfecta combinacion♥
    Ese lemon estuvo muuuuy bueno~ Y estoy segura de que lo de ese par no se quedará solo en deseo y pasión, yo séeeeee que hay alguito más alli en sus corazóncitos♥
    Gracias Taniiii~ Me encantó *^*

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  5. Aaaahhh *w* muy bueno muy bueno! nuc xq me lo imagine haciendo fotos tipo esas del tiempo d tarantallegra todo seductor para un chunnie fotografo...lo recomendareeeeee!

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