Hola, hola ~, bueno lo primero que voy a decir es que estoy muy muy feliz de haber tenido el placer de poder escribir de nuevo con una de mis escritoras favoritas.
Axy, muchas gracias por elegirme de nuevo para escribir y más para escribir algo tan bonito como es el Yoosu♥. De nuevo muchas muchas gracias ♥♥ y espero que esto de escribir de Yoosu hermoso se repita de nuevo ^^.
Y ahora la idea de este hermoso y sexy y y y... bueno quieren enterarse leyendo el fic que por mi, pero les diré que la idea surgió cuando el profile de twitter de Axy y mio coincidieron mágicamente y bueno después nuestras mentes llegaron a esta idea tan hermosa *3*
Bueno, ahora si ~
Titulo: Angel Xiah
Autores: Axy & Tani
Género: Romance – Lemon
Extensión: OneShot
Había muchas cosas que
amaba de su niño, pero había una de ellas que le hacía sonreír tonta y
bobamente, y eso era causado nada más y nada menos por aquella pose cute que
era tan famosa entre sus fans.
El ángel Xiah, esa pose que
le hacía lucir tan tierno, que volvía locas a sus fans y que a él le causaba
también un poco de celos. Pero es que a él no le gustaba compartir si de Junsu
se trataba, aunque tenía que aguantarlo. Porque al final Junsu era suyo.
Pero había cosas que
rondaban por su mente pervertida cada vez que miraba aquella pose tan cute en
su inocente niño, a ese que le gustaba acorralar, amar de manera placentera y
hacer sonrojar cada tanto, porque podía hacerlo y nunca desaprovechaba ni la más
mínima oportunidad.
Y detalles como estos eran
los que se paseaban por su cabeza mientras divagaba, producto del aburrimiento,
en una reunión con el CEO de la empresa.
Suspiró por millonésima
vez, revisando la pantalla del teléfono celular para ver qué hora era, y
además, deleitarse la pupila con una foto de Junsu recién despierto que tomó
hace unos días y puso de fondo en su pantalla.
Una vibración por parte del
móvil lo tomó por sorpresa, y pronto ese simbolito de mensaje tan
característico, adornó su pantalla con el nombre de ‘Junsu’ en él. No pudo
evitar esa sonrisa que traviesa se extiende en su rostro mientras le da click
para leer el contenido.
-Estoy extrañándote
muchísimo Chunnie~- lee las palabras en la pantalla y se imagina el rostro
pucheroso de su baby.
Una sonrisa lenta apareció
en sus labios y ahora si lo que sea que su CEO estuviera diciendo quedo a
segundo plano. Sus dedos se movieron rápidamente para contestarle a su pequeño
niño que seguro en ese momento se encontraba muy cómodamente echado en aquella
cama en el que le dejo antes de irse a esa reunión, bueno omitía un poco el
cómo le había dejado, un tanto acalorado, sonrojado, sin aire y… No seguía con
aquello porque entonces iba a tener serios problemas en esa parte de su cuerpo
que se encontraba al sur. Pero no es que él fuera un aprovechado y que se la
pasara pervirtiendo a su niño, el no tenía la culpa, era Junsu el que hacía que
su vena pervertida saliera a la luz cada vez que le miraba con aquella pose que
tanto amaban sus fans.
Si ellas supieran todos
aquellos pensamientos impuros que rondaban por su mente mientras ellas pegaban
chillidos emocionados diciendo que era tan cute.
Él aparte de caer rendido
ante aquellas poses tan lindas, también le creaba unos deseos inmensos de
decirle cosas sucias al oído y de robarse esa inocencia y...
-¡Basta Yoochun!, ¡Basta!–
Se regaño mentalmente mientras se concentraba en poner algo en su mensaje que
no fuera alguna de esas cosas que estaba pensando ahora – Yo también te extraño
baby, esta reunión es tan aburrida sin ti. Pero dime, ¿Qué estás haciendo? – Y
envió aquel mensaje esperando ya la respuesta.
Su CEO tuvo que llamarle
dos veces para que volviera a prestarle atención y así lo hizo hasta que el
sonido de un mensaje entrante le distrajera.
– ¡Yah!, como si no lo
supieras ratoncito tonto ~ - Y de nuevo pudo imaginarse a su baby todo
sonrojado mientras hacía pucheros.
Pero ahora todo mundo
tendrá una pregunta en sus cabezas, y esa era, ¿Qué tanto habían hecho aquellos
dos chicos antes de que Yoochun abandonara su acogedora casa para ir a esa
oficina? Bueno, Yoochun comenzó a rememorar sin necesidad de que se lo
pidieran.
A Yoochun no lo podían
engañar, y tampoco es que pudieran cuando él le había dicho a su pequeño rubio
que aquella pose angelical era una de sus debilidades y también una de las
causantes de sus pensamientos pervertidos, y parecía que cuando quería él las
utilizaba para que le acorralara y le hiciera el amor no importaba donde
estuvieran. Y ese día no había sido la excepción cuando aquella mañana mientras
tomaban el desayuno amenamente, su Junsu hubiera comenzado a hacer aquellos
gestos dulces y angelicales solo para que el terminara robándole algunos besos.
Besos cortos que ambos
sabían iban a convertirse en apasionados y acompañados de caricias iban a
terminar haciéndose el amor una vez más. Y realmente poco les importó
montárselo en el apartamento a pocos minutos de que Yoochun tuviera que salir a
la reunión obligatoria a la que debía asistir.
No sabe por qué, pero
últimamente a su Junsu se le había dado por provocarle apenas tuviera tiempo,
dando pie a todas esas sensaciones vertiginosas que le provocaba e
irremediablemente le arrastraban a hacerle el amor.
-No me vas a decir que
sigues desnudo en la cama, ¿no?- pregunta a través de otro mensaje con una
sonrisa divertida en el rostro.
El CEO ya ha notado que
Park Yoochun está demasiado distraído y ensimismado en sus pensamientos como
para escucharle; pero bueno, felizmente no es el único allí y ya después alguno
de sus compañeros de la empresa podrá ponerle al tanto.
Mientras, otro tono por
parte del celular le hacía volver la mirada al aparato.
-Jajaja~ No exactamente~
Tengo puesta la camiseta que traías más temprano- lee veloz y dibuja en su
mente la silueta de su precioso novio, recostado sobre la cama con su camiseta
cubriendo ese perfecto torso que conoce como si fuera la palma de su propia
mano.
-¿Y qué más?- teclea sin
poder borrar el gesto de diversión sobre su rostro. Quizás los que están a su
lado se han dado cuenta de esas sonrisas bobas que pone cada tanto, quizás
hasta el CEO ha notado que está más pendiente a su móvil que a las cosas
importantes que pueda estar hablando.
-Nada más ♥- recibe en respuesta y tiene que cubriste la boca para no
soltar una carcajada nerviosa. La imagen mental que se le formó en la cabeza
fue suficiente como para empezar a desear salir de aquel aburrido lugar y
secuestrarse a su delfín por un buen, buen rato.
El mensaje que Yoochun iba
a mandar, nunca fue enviado, su intención de enviarlo fue evitada en el momento
justo en que otro mensaje por parte de Junsu llego a interrumpirlo. Pero no fue
lo que el mensaje decía; aunque ese ‘Yoochunnie~’ le hizo imaginar de nuevo a
su pequeño Junsu haciéndole pucheros de manera tierna, esa que solo le hacía querer
comérselo a besos -aunque bueno él siempre quería comérselo a besos-; no fue
eso lo que le hizo removerse inquieto en su asiento, ni mucho menos tragar
nerviosamente, ni querer salir corriendo de ahí, ni hacerle mirar aquellas
fotos una y otra vez.
Solo eran 3 fotos, tres
simples fotos, tres simples fotos que a él le alteraron por completo.
La primera quizá no tenía
nada de malo, solo era una foto de Junsu sonriendo tiernamente hacia la cámara;
la segunda… Le sirvió para verificar que Junsu si estaba utilizando su camisa;
pero la tercera, la tercera le hizo ver que, efectivamente, su niño solo
llevaba es simple camisa sobre él y nada más, porque en aquella foto de las
largas piernas torneadas de Junsu, estas no estaban siendo cubiertas por nada.
No podía tomar esas fotos como una invitación a que enviara aquella reunión al
carajo y saliera corriendo en ese preciso momento.
Él tenía a un chico muy
tierno, no, se corregía un poco en eso, él tenía a un pequeño diablillo
pelirrubio esperándole para que le hiciera el amor.
-Bien, la junta ha
terminado – Si Yoochun no había escuchado nada de la junta, eso sí que lo había
escuchado perfectamente. Al final su CEO había dado por perdida aquella reunión
y Yoochun le agradecía que la pospusiera para otro día.
Apenas y se despidió
mientras se paraba de golpe de aquella silla en la que había estado. En ese
momento no tenía tiempo para despedirse formalmente, ni tampoco para ver bien
por donde caminaba mientras enviaba aquel mensaje. Él solo tenía que llegar a
casa.
Junsu se movió un poco
sobre la cama en la que en ese momento descansaba. Después de haber enviado el
mensaje con aquellas fotos no había podido evitar sentirse un poco avergonzado,
sabía que Yoochun estaba en una junta importante, pero en esos días no había
podido evitar tentar a su novio cada que podía y ese día que había tenido libre
no había sido la excepción. Quería jugar con él y aun cuando no pudiera decirle
algunas cuantas cosas subidas de tono como Yoochun solía hacer solo para
hacerle sonrojar, él había utilizado otros métodos que a Yoochun le gustaban.
El sonido de un mensaje
nuevo le tomo por sorpresa, no había esperado una respuesta tan rápida por
parte de Yoochun, pero cuando dio click a aquel mensaje supo que estaba en
algunos problemitas ese – ‘Espérame ahí baby’ – solo le hizo entender que
Yoochun estaba en camino.
***
Hubiera preferido llevar su
propio carro al edificio de la empresa, pero justamente ese día, la van del
manager pasó a recogerlo y era el único medio por el cual podía regresar a
casa.
Los minutos se le hacían
eternos dentro del auto, su manager le hablaba sabe dios de que temas
relevantes, pero ni siquiera podía prestarle atención; su mente se había
quedado estancada en la foto de las deliciosas y provocativas piernas de su novio.
Era mal momento para
divagar respecto a eso, ¿¡pero como evitarlo cuando su rubio y hermoso novio es
el ser más endemoniadamente sexy y perfecto sobre la faz de la tierra!?
No han pasado ni 24 horas
desde que le hizo el amor por última vez y ya no aguanta más, necesita llegar a
abrazarle y llenarle de besos, necesita recorrer hasta el último recoveco de su
piel con sus dedos y fundirse en su cuerpo cual si fueran piezas hechas precisa
y únicamente para encajar la una en la otra.
-Yoochun, ¿estás escuchando
lo que te digo?- la voz del manager y esa palmadita que le deja en la rodilla
para captar su atención le devuelven a la tierra –Te veo demasiado metido en
tus pensamientos- se burla del pelinegro y Yoochun solo se ríe acompañándole,
pensando en alguna mentirilla blanca para poder apresurarse.
-Hyung, es que estoy
preocupado por Junsu; me mandó un mensaje hace un rato diciendo que estaba un
poco resfriado- miente aplicando sus técnicas de actor y pone el gesto más
preocupado que se le ocurre en aquel instante –quiero llegar rápido al
apartamento para ver si no se trata de fiebre…-
explica mientras con el móvil en la mano va tipeando un nuevo mensaje.
-¿Quieres que llame a un
médico?- ofrece el manager, observando de soslayo los movimientos de los dedos del
pelinegro sobre el teclado del celular.
-¡No!- reacciona al
instante y se muerde la lengua al notar su sobresalto -Digo, no es necesario,
no creo que sea tan grave- sonríe despreocupando al manager –yo te llamaré en
caso lo necesite- justifica y envía el mensaje que tipeaba hace un momento.
-Ya estoy llegando baby-
los ojos caramelo de Junsu leen el texto con una sonrisita en los labios, no
planea responderle con palabras esta vez. Busca entre los archivos de su
celular y encuentra un gif de esa pose que tanto le gusta a su Chunnie.
Y en vez de responderle, le
manda aquel gif, él sabe, sabe cuando le gusta esa pose, y más lo que implica
que Junsu la haga, sabe lo que viene después, y Yoochun sabe que Junsu está
tentando a su suerte, porque esta vez no iba a parar de decirle aquellas cosas
que pasan por su cabeza ni mucho menos pararía de hacerlas, iba a hacerlo
sonrojar esa tarde.
Todo su cuerpo se movía
ansioso en aquella van, quería que su manager condujera más rápido, necesitaba
llegar en ese momento como diera lugar, si por él fuera bajaría y correría el
poco tramo que queda para llegar a su apartamento. Pero eso implicaría que su
manager se preocupara – si es que le había creído que Junsu estaba un poco
resfriado – de que el malestar de Junsu se había agravado, o que fans lo
reconocieran y corrieran detrás de él. Tenía que ser paciente, ¿pero cómo iba a
ser paciente con su baby esperándole en la cama?, era una tortura, era
demasiado para él.
-¿Estás seguro que Junsu no
necesita un medico? – Y su manager todavía le preguntaba con aquellas sonrisa
de lado, no le había creído en nada, ¿es que acaso era tan obvio?, quizá su
manager le conocía bastante y podía ver cuán desesperado estaba por llegar. –
Tomaremos un camino más corto – e incluso su manager se reía divertido ante
aquello. Quizá en otro momento sentiría pena porque su manager se estuviera
haciendo una idea de porque quería llegar a su apartamento tan pronto, pero en
ese momento no. Junsu era lo único que estaba en su mente.
Cuando el manager pudo
parar el coche en el estacionamiento de su apartamento, apenas y le dio las
gracias cuando ya había salido disparado de aquella van, escuchando apenas un
“diviértanse” por parte de su manager mientras el oprimía el botón del ascensor
que le llevaría con Junsu en cualquier momento.
Su móvil volvió a sonar
dejándole ver que otro mensaje había llegado y nada más pudo ver el contenido
maldijo al ascensor por tardar demasiado, aquella imagen de la camisa medio
abierta que dejaba ver un poco de la piel de Junsu y ese pezón rosado solo le
dieron una indicación de que parte probar nada más lo tuviera en sus brazos.
-Mierda- gruñó
entredientes, presionando repetidas veces el botón, sabiendo aún que ello no
iba a cambiar en nada la velocidad en la que bajaba.
No pudo evitar relamerse
los labios con tan solo imaginar las mil y un cosas que podría hacerle a su
rubio diablillo. Arrancarle la camisa, tumbarlo sobre la cama, abrirlo de
piernas…
-¡¡Aaahrg!! ¡¡Mierda,
mierda!!- continuó renegando frustrado, casi saltando dentro del ascensor
apenas las puertas se abren.
Presiona el número del piso
donde viven y apoyado sobre una de las paredes metálicas, tironea sus propios
cabellos para dejar de pensar y emocionarse con simples fantasías que le
asaltan sin piedad. Mantiene apretado el botón de ‘cerrar’ para que nadie le
interrumpa en su camino hacia el apartamento y cuando está a nada de llegar
saca las llaves de su bolsillo.
Corre fuera del ascensor y
como alma que se lleva el diablo entra al apartamento, alterándose en sobremanera
cuando la característica risa de su novio le llama desde la habitación.
No tiene ni tiempo para
pensar en sus actos, se quita la chaqueta mientras camina presuroso al cuarto y
la lujuria arde en sus pupilas al ver a su precioso ‘ángel Xiah’ esperándole
allí en medio, de pie, con las piernas desnudas y la camisa entreabierta.
Cierra la puerta tras de sí
y estira el brazo para jalar al rubio, manteniéndose apenas en pie cuando es su
novio quien de un brinco enrosca sus piernas alrededor de su cadera y se cuelga
con brazos a su cuello. Sabe que el autocontrol se le ha ido por la borda desde
que recibió la primera foto de su baby; gira sobre sus talones y empotra a
Junsu contra la pared, aprisionándole allí mientras sus manos de pianista
apretujan esas nalgas desnudas que apenas eran cubiertas por el largo de la
camisa.
-¿Sabes lo que has causado
Junsu ah? – Pregunta el pelinegro, su voz se escucha un poco más ronca debido a
la excitación del momento. Sus cuerpos están tan unidos, tanto que puede sentir
el calor corporal de Junsu aún con la ropa que llevan puesta encima, esa que ya
comienza a estorbarle en sobremanera. Quiere probar y tocar toda esa piel, aún
cuando su boca y sus manos ya le conocen perfectamente. Y no va a esperar mucho
tiempo, no cuando es su propio diablillo el que frota su cuerpo contra él con
aquella sonrisita en los labios que le hace ver que está disfrutando de verlo
de esa manera, perdiendo la razón, solo por él.
-No se dé que hablas Yoochunnie~-
Y todavía le veía de esa
manera tan inocente, todo un contraste de lo que su cuerpo estaba haciendo
contra el de él.
-¿Entonces no sabes? –
Pregunta de nuevo el pelinegro mientras se une a Junsu, frotando su cuerpo
contra el de su baby, haciéndole sentir el tamaño de su excitación, haciéndoles
jadear a ambos.
– No, no, sigo sin saber de
que hablas – Murmuro Junsu mientras busca la boca del pelinegro ese que ya se
había unido a su juego apartándose en el momento justo en el que él iba a
besarle. Eso se había vuelto en una especie de cacería, y el objetivo era la
boca del otro, sus labios apenas se encontraban en roces, en pequeños mordiscos
mientras sus caderas seguían sin dejar de frotarse una contra otra.
-Entonces tendré que
enseñártelo más gráficamente baby – Y esta vez, Junsu se deja atrapar, siendo
devorado cuando sus labios se unieron, dándole acceso a la lengua de Yoochun
para que profanara su boca, sus lenguas se encontraron, el beso era caliente e
intenso hasta que a ambos les falto el aire.
-Muéstrame Yoochunnie -
hablo Junsu contra sus labios antes de que se unieran en un nuevo beso.
Las manos de Yoochun
hicieron lo que había estado pensando en el ascensor, los botones de aquella
prenda terminaron volando a cualquier parte de la habitación y sus manos no
perdieron el tiempo en tocar toda porción de piel del torso de Junsu.
Le sujetó con ambas manos
de la cintura, y aprovechando el tenerlo aprisionado contra la pared, le alzó
lo suficiente como para tener un mejor acceso al pecho del menor.
No se tomó la molestia de
besarle despacio primero, ya luego tendría tiempo de ser un poco más delicado;
se lanzó directo a ese pezón rosado que viera hace rato en la provocativa foto,
lamiendo, chupando, succionándolo entre sus labios hasta que se irguiera y se
mantuviera durito.
-¡Ahh!~ ¡Mnnhg! Yoochun~-
gimió sexy dejándose hacer, aumentándole la libido con cada sonidito obsceno
que escapaba de sus rosados labios.
¿¡Desde cuando su angelical
novio se había vuelto tan pervertido como él!? ¿¡Desde cuando le perseguía y le
provocaba para que terminaran haciéndose el amor por millonésima vez en el día
y de las maneras más extrañas y pervertidas que se les pudiera ocurrir!?
Los gruesos labios del
pelinegro se encargan del otro montecito, chupándolo con demasiadas ganas;
arrancando chillidos de la garganta de su ‘inocente’ novio.
-Nhhg~ Andas demasiado
calenturiento Kim Junsu- jadea contra su piel, subiendo con lamidas hasta
entretenerse dejando chupetones y marquitas en su cuello.
Hace presión con su cuerpo
y continua frotándose contra ese bulto excitado que se ha formado bajo la única
pieza de tela que aún cubre parcialmente el delgado cuerpo del rubio. Quiere
torturarle lentamente, pero a la vez quiere ‘violárselo’ con muchísimo amor sin
más preámbulos.
-Es tu culpa Chun~- sigue
hablando entre gemidos indecorosos y hace resbalar la camisa por sus hombros,
entregándose más libremente a la mirada que le ataca lujuriosa.
-¿Mi culpa? – Pregunta el
pelinegro contra el cuello de Junsu mientras dejaba otro marquita en aquella
nívea piel. Sus ojos se pierden en la piel de su clavícula y hombros, para ser
luego su boca la que probaba aquella piel, dejando más marquitas que se unían a
las que ya descansaban en su cuello.
-Sí, tú siempre vas
diciéndome todas esas cosas que hacen que yo desee que… - Un gemido escapo de
la boca de Junsu cuando Yoochun se tomo el atrevimiento de morder un poco la
piel de su clavícula.
- ¿Qué Junsu ah?, ¿Qué deseas? – Quiere
escucharlo, quiere que su niño se lo diga, ¿pero se atrevería a hablar sucio
esta vez?
-Que me hagas el amor – No,
no le iba a hablar sucio, quizá su manera de provocarle era así, el no
necesitaba palabras sucias para volverle loco. Pero el podía hacerlo, podía
hablarle sucio a su ´Inocente´ niño.
-¿Que te haga el amor Junsu
ah?, ¿qué te haga el amor a cualquier momento?, ¿que venga y te desgarre la
ropa, te tumbe en la cama, abra tus piernas, y te haga el amor duro?, ¿eso es
lo que deseas?-
El pelinegro impulso un
poco sus caderas haciendo que chocaran arrancándole un gemido ronco a ambos,
ambos estaban necesitados, ambos necesitaban sentirse en ese momento, en ser
uno. Pero parecía que preferían torturarse de manera placentera primero antes
de hacer el amor. Los movimientos de las caderas de Yoochun simulaban
embestidas, como si ya estuviera dentro de aquel pasaje caliente en el cual se
moría en ese momento en entrar.
-¡Nhhg!, si, si ~ - gime
quedito el rubio, perdiendo la poca paciencia que les quedaba, la fricción que
provocaba la ropa que apenas y cubría sus cuerpos les estaba matando y ambos
desean hacerlo en ese momento, pero parecen disfrutar aquel juego.
-Entonces provócame Junsu
ah, provócame como lo has hecho esta mañana, quiero verte. – Habla el pelinegro
con aquella voz ronca contra el oído del pelirrojo haciéndole temblar,
haciéndole desearlo un poco más.
-Chunnie~- puchea con el
rostro arrebolado en carmín, apoyando la espalda contra la pared cuando sabe
que el pelinegro no planea soltarle hasta que culpa sus demandas –Tengo muchas,
muchísimas ganas de que me hagas el amor ahora- balbucea frustrado mientras
juega con sus dedos sobre los mechones pelinegros de su novio – ¿no puedo
provocarte más tarde?- pregunta lindamente y se inclina hacia adelante para
dejarle un pico sobre los labios.
-Déjame verlo- pide contra
su boca, haciéndole descender un poco el cuerpo, pero sin soltarle, hasta que
sus rostros están a la misma altura –Ese gif que me mandaste no es nada a
comparación con verlo en vivo- sonríe divertido y reparte caricias con sus
labios sobre el colorado rostro del menor; sabe que para hacerle ceder necesita
aplicar un poco de ternura, luego de lograr su cometido volverá a apasionarse.
-¿Tanto de gusta?-
cuestiona con una sonrisa ligera, producto de aquellos besos repartidos sobre
sus mejillas.
-Me encanta, como todo tú
me encantas también- le susurra al oído y ambas miradas se encuentran. Los
orbes ónix se funden en aquel resplandecer acaramelado y sabe que Junsu ha
caído rendido a sus pies.
Pronto las manos del rubio
se acomodan cerca a su rostro y juntándolas, apoya su rostro inclinado en medio;
mostrándole la famosa pose del ‘Ángel Xiah’ por milésima vez en la semana.
-Ahora pídemelo- murmura
observándole atentamente, sonriendo ante esa vergüenza que se plasma sobre el
rostro ajeno.
Y es que así es su Junsu,
un momento es sexy, mandado y pervertido; y al otro es una oda a la inocencia,
la ternura y la vergüenza.
-Ámame Chunnie~- pide
quedito, repitiendo el gesto entre sus manos; avergonzándose otro poco cuando
la sonrisa lasciva del pelinegro se expande sobre su rostro.
-¿Hasta cuándo?- sus labios
buscan los contrarios, sin llegar a tocarlos, esperando una respuesta.
-Hasta que ya no tengas
fuerzas- casi jadea sobre la boca del pelinegro cuando siente las manos del
mayor cerrarse en torno a su trasero.
-Deberías saber ya…-
comienza a hablar mientras funde sus labios en varios besos cortos -…que cuando
se trata de hacerte el amor, jamás, jamás se me van a terminar las fuerzas-
habla seriamente y le siente estremecerse bajo su cuerpo. Le encanta tenerle
así, entregado, febril, nervioso y avergonzado. Es hermoso y perfecto. Y con
cada nuevo beso o cada nuevo gesto puede jurarle a dios que se enamora otro
poco del precioso rubio que le ha robado irremediablemente el corazón.
Junsu pierde la paciencia
con cada segundo que pasa, con cada rose, con cada beso que se dan, el quiere
que Yoochun le haga el amor en ese momento, pero parecía que ahora le iba a
torturar de esa dulce, placentera y excitante manera.
-Por favor Yoochunnie ~-
Balbucea quedito, Yoochun en ese momento a encontrado entretenido torturar sus
pezones, succionando, lamiendo aquella piel ahora con más paciencia. Siente los
dedos de Yoochun clavarse en su trasero y está tan seguro que es debido a su
deseo de tener un poco de paciencia y no hacerle el amor, así como le dice,
rápido, duro, casi partiéndolo en dos, como sabe que aquellos dedos dejaran
pequeñas marquitas en su trasero.
El pelirrojo no quiere que
se contenga, quiere que le haga el amor a tal punto que no pueda contener sus
gemidos, que… No quería ni pensarlo, el solo hecho le hacía sentir más febril
si es que eso era posible y que sus mejillas se sientan tan calientes, seguro a
su notable sonrojo.
-No me lo has pedido Junsu
ah - Yoochun había soltado aquel manjar que era el pezón de Junsu para poder
hablar contra la boca del pelirrubio.
Y todavía le pedía que se
lo dijera, ¿le quería torturar más de lo que ya lo hacía?
-Quieres que te haga el
amor, ¿suave o duro?, ¿dulce o salvaje? – Los dientes del pelinegro atraparon
aquel hinchado labio inferior que debido a sus besos se miraban mucho más
apetecibles, tirando de ellos, entreteniéndose para esperar un poco más, aunque
había cierta parte de su anatomía que clamaba por atención y era más que obvio
que Junsu también quería sus atenciones.
-Yoochunnie ~, quiero que
me hagas el amor ~ - Y Junsu todavía le hablaba de aquella manera tan inocente,
parecía que en ese juego de torturarse iban a participar los dos.
-¿Cómo baby? – Yoochun
quería que le respondiera rápido, quería hacerle el amor en ese momento.
-Quiero que mi Yoochunnie
me haga el amor, duro y salvaje – Y aun todo avergonzado pidió aquello en voz
baja, sabiendo que no lo pediría de nuevo, era tan vergonzoso. Sus mejillas se
sentían arder por la vergüenza mientras trataba de parecer inocente, cosa que
no le costaba mucho. Junsu era todo inocencia.
Aquella cara y aquella voz
inocente fueron su perdición. Las manos del pelinegro se pasearon por el cuerpo
ahora desnudo del pelirrubio, aquella camisa había terminado botada en alguna parte.
Sus bocas se encontraron de nuevo regalándose un fogoso que rápidamente les
dejo sin respiración.
-Voy a hacerte el amor
Junsu ah, tan duro, tan salvaje que no vas a poder callar tus gemidos, que no
podre callar sus gemidos y todos los vecinos se darán cuenta de que te estoy
haciendo el amor-
-¡¡Nnhg!!- jadea ahogado
contra los labios gruesos – ¡Pervertido~!- chillando quedito como puede antes
de volver a ser atacado por esa boca que no planea darle tregua.
Sus caderas continúan
pegadas y Yoochun opta por volver a aquel juego de frotes indecentes; acomoda
al rubio alzándole un poco las piernas y acomoda su pelvis, junto con aquel
bulto que sobresale bajo la tela de sus pantalones, sobre el redondo trasero
del menor; embistiendo descaradamente, sintiendo como la emoción se le acumula
en el bajo vientre y su falo se inyecta en sangre, hinchándose y rogándole por
profanar aquella estrecha y ardiente cavidad sobre la cual se frota.
-¿Dónde quieres hacerlo?-
pregunta jadeante contra el oído de su novio, sin dejar de presionar una y otra
vez sus caderas, dejándose envolver por ese mareo placentero que comienza a
elevar la temperatura a punto de ebullición.
-¿D-de que hablas? Mmmh~-
cuestiona entre gemidos alterados, aferrándose con dedos y uñas a la ropa que el
pelinegro aún trae puesta.
-¿Donde? ¿Aquí contra la
pared? ¿En la cama? ¿En la ducha? ¿En la cocina? ¿Sobre la mesa del comedor?
¿En la alfombra de la sala?-
Va enumerando y sus
movimientos decrecen, se detiene y siente bajo su cuerpo como su rubio y hermoso
novio tiembla deseoso por más, le besa fogoso y espera la respuesta mientras se
quita la camisa con descuido, tirándola al suelo para que acompañe a la del
menor.
Su mirada le analiza de
arriba abajo, se embelesa con cada detalle de esa anatomía que se sabe de
memoria y le encanta marcar como suya cada tanto; sus ojos se mantienen
estáticos cuando se topa con la erguida erección del menor apoyándose sobre su
vientre. Le provoca aquella vena marcada que delinea desde la base hasta la
rojiza y provocativa punta.
-Estoy esperando tu
respuesta, sexy baby- gime excitado contra sus colorados labios, tanteando con
sus dedos sobre aquella línea de vello que corre desde el ombligo del rubio
hasta la base de su erguida entrepierna.
La mirada de Yoochun sobre
él le hace temblar, esa intensa mirada puede causar estragos sobre él, sentir
aquellos penetrantes ojos negros sobre su ser le hace sentir como si le
estuviera tocando, le hace sentir mucho más deseoso de ser tocado, devorado y
se avergüenza un poco más si es posible.
Junsu puede tratar de ser
todo lo sexy posible, pero al final termina apareciendo aquella parte de él que
se avergüenza de todos ese deseo que siente por su novio, por todos esos
indecorosos pensamientos que solo hacen que la temperatura de su cuerpo se
dispare y desee ser devorado como en ese momento.
-Aquí, justo aquí – Pide
jadeando al sentir como aquellos dedos de pianista se han entretenido en aquel
camino de vellos. Quiere que le toque, que le toque ya en ese momento y sin
evitarlo su cadera se mueve por voluntad propia buscando su contacto.
-¿Aquí donde baby? –
Pregunta el pelinegro como si no lo supiera, como si no lo adivinara, Yoochun
era un masoquista que le gustaba torturarse, torturarlos a ambos para no caer y
hacer el amor como tanto desean.
-Yoochunnie ~ - gimotea
excitado cuando los dedos del pelinegro se toman el atrevimiento de seguir
aquel camino, desde la base hasta la punta, una y otra vez, tocando, tanteando,
disfrutando mientras siente el calor de aquella porción de carne, mientras mira
como Junsu pierde la paciencia - Contra la pared – El pelirrubio habla rápido,
sintiéndose entre avergonzado y excitado, solo viendo como aquel pelinegro le
regala una sonrisa traviesa, y sabe que le hará que se lo diga de nuevo y ahí
estaba escuchando al pelinegro que le dijera de nuevo aquello que quería –
¡Quiero que me hagas el amor ya!, ¡contra la pared! – Gimotea desesperado y
avergonzado cuando aquellos dedos se han cerrado alrededor de su hombría, solo
torturándole.
Una corriente eléctrica
recorre el cuerpo de Yoochun desde la columna vertebral hasta su bajo vientre,
escuchar la desesperación de su baby, escucharlo deseoso de hacer el amor le
excita y aun cuando quiere escuchar más de aquellos gimoteos desesperados, el
también sabe que no le queda mucha paciencia para seguir aquello.
-Ooh ~, ahora está mucho
más claro y como mi Junsu baby lo pide, entonces será aquí – Y sus bocas se
funden en un beso de nuevo, mucho más desesperados que los anteriores, y aquel
vaivén de caderas que Yoochun había detenido hacía unos momentos volvió,
arrancándoles nuevos gemidos.
Las manos de Junsu se posan
en el pecho del pelinegro, descendiendo rápidamente por su torso hasta llegar a
su pantalón, ese que desesperado trata de desabrochar. Él al igual que Yoochun
quiere sentirse piel con piel con el otro.
El mayor masturba su
hombría mientras los hábiles dedos del rubio se deshacen de la correa,
abriéndose paso tras quitar el botón y bajar el zipper para rozar sobre la tela
del bóxer el hinchado miembro de su novio. Junsu se inclina hacia adelante, se
entretiene besando con sus rosados labios el cuello del pelinegro mientras
estimula bajo la palma de su mano aquel bulto que pide a gritos mayor atención.
-Chunnie, estas muy duro…-
murmura inocente sobre la clavícula del mayor, intentando rodear con sus dedos
el falo aún cubierto por la elástica tela.
-¡Ngh! Fuck~ Es tu culpa
por ser tan sexy- gime con una sonrisa traviesa, atrapándole los labios cuando
alza el rostro para mirarle sonrojado –Te amo baby- confiesa apenas se separan;
y lo hace solo porque si, porque le nace hacerlo, confesarlo por millonésima
vez en lo que van de novios, confirmárselo y reafirmárselo una y otra vez por
el mero hecho de que su corazón late todos los días gracias a ese poderoso
sentimiento.
Y Junsu se toma unos
instantes para sonreírle radiante antes de atraerle con ambas manos en la nuca
y jalarle hasta volver a besarle corto y dulce; porque sabe también que a pesar
de aquella fogosidad, lujuria y pasión que se entrevé en encuentros desesperados
como aquel en el que se encuentran, el sentimiento que comparten es infinito y
sincero, es puro y tan real como el azul del cielo y el verde de los arboles;
sabe que puede tomarse unos segundos para dejar de lado la calentura y poder
besar tiernamente los labios gruesos, expresándole al pelinegro que su corazón
le pertenece.
-También te amo- susurra
contento contra su boca, abrazándose otro poco al cuerpo ajeno, ocasionando que
por inercia los pantalones desabrochados de Yoochun se resbalen por los muslos.
El pelinegro le baja por un
momento, se encarga de sus últimas prendas presuroso y una vez desnudo vuelve a
atraer el delgado cuerpo contra el suyo, acomodando sus manos sobre los
redondos glúteos mientras le besa entre sonrisas antes de volverle a cargar.
Aquellos besos tiernos
vuelven a tinturarse poco a poco de pasión, la intensidad de su beso va en
aumento mientras el contacto de sus cuerpos les hace suspirar contra los labios
del otro, ese rose de sus pieles sin ninguna barrera de por medio que les
impida sentirse el uno al otro solo les causa escalofríos, les emociona.
Las piernas de Junsu se
cierran alrededor de la cintura del pelinegro tratando de tenerlo más cerca,
quiere fundirse en el cuerpo de Yoochun, ser uno con él.
Los largos dedos toquetean
la piel de sus glúteos antes de que se abran espacio hasta aquel contraído
anillo ese en el que deseoso quiere entrar. Un gemido alterado escapa de la
boca del pelirrubio mientras todo su cuerpo se retuerce ante el leve contacto
del pelinegro.
-Hazlo ya Yoochunnie ~ -
Pide desesperado mientras siente como aquellos dedos siguen con su juego.
Yoochun hace el intento de
apartarse un poco aun cuando no lo quiera hacer, aun cuando no quiera apartarse
del calor del cuerpo de Junsu, pero lo necesita, necesita preparar a su baby;
pero aquel pelirrubio se niega mientras aprieta sus piernas con un poco más de
fuerza, lo quiere en ese momento, quiere a Yoochun.
-Baby ~, déjame prepararte
para poder hacerte el amor como tanto deseas – como tanto deseaba él también.
Y el rubio se negó,
haciendo que Yoochun perdiera un poco sus intenciones cuando su mano se cerró
alrededor de la entrepierna del pelinegro arrancándole un gemido ronco.
-¡Nnhg! Baby por favor –
Pide el pelinegro pero Junsu no parece escucharle, el pelirrubio trata de
utilizar sus pucheros y todo su arsenal de de caritas cute solo para ganarle,
para que le hiciera el amor.
-Tú dijiste… nhg~ - Y el menor
también pierde un poco el hilo de sus pensamientos cuando aquel travieso dedo
sique provocándole – Tú dijiste que me harías gritar y que ~ - Las mejillas del
pelirrubio se volvieron a tinturar de rojo debido a la vergüenza. – Por favor
Yoochunnie~-
-… ¿E-estás seguro?-
intenta mantenerse cuerdo, aunque puede más ese placer que le recorre de pies a
cabeza con cada roce de la mano de Junsu sobre su necesitada entrepierna. Los
finos dedos se pasean de arriba abajo, cerrándose con fuerza mientras suben y
se detienen a frotar la rojiza punta –¡¡Mnnhg!! ¡Shit!- gime ahogado cuando la
yema de uno de los dedos hace presión sobre la hendidura y perdiendo un poco el
equilibrio, estampa a Junsu con mayor fuerza en la pared, arrancándole un jadeo
alterado.
-Por favor~- pide quedito
sobre los labios del pelinegro, uniendo su propia erección a aquel movimiento
que continua ejerciendo al sur de sus cuerpos pegados –¡Por favor Chuunnnmmhg!-
intenta pedir una vez más, siendo interrumpido por un nuevo beso hambriento.
Y es que esa voz seductora,
cargada de deseo le pone a mil y siente que podría correrse con solo escucharle.
-Bien, pero no voy a entrar
a secas- gruñe excitado y, con algo de brusquedad a decir verdad, se separa del
rubio, bajándole de sus brazos para darle media vuelta y dejarlo de cara contra
la pared; jala las caderas del menor y le arquea la espalda mientras con una
mano deja unas palmaditas sobre uno de los muslos, incitándole a separar las
piernas –Abre más baby- pide con una risa maliciosa y se inclina contra el
cuerpo para besarle la columna, dejándole sentir a la par, su entrepierna
caliente sobre su redondo trasero.
Junsu obedece y pronto un
chillido escapa de sus labios cuando recibe una nalgada suave y a los pocos instantes
los labios y la lengua de Yoochun exploran aquel terreno sensible e intimo. Va
dejando cuanta saliva puede y profana con la punta del rugoso músculo el
contraído anillo que pronto apresará deliciosamente su virilidad mientras se
funden en uno.
-Aaahhh~ Yoochuuuuunnn~-
gime largo y alto, desconectándose del planeta para concentrarse únicamente en
las sensaciones que le recorren el cuerpo; una de las manos del mayor ha
comenzado a bombear su entrepierna y puede jurar que le está llevando al cielo.
La intimidad está mojada y
ardiendo, le hubiera gustado tantear los contraídos músculos con sus dedos
antes de penetrarle, pero planea cumplir hasta el último capricho de su novio
el día de hoy. Yoochun vuelve a ponerse de pie; deja un poco de saliva en su
mano y la lleva a su propia erección para lubricarla también.
-¿Cómo lo quieres, amor?-
pregunta dejando besos sobre la nuca mientras frota descaradamente la punta de
su hinchado falo sobre el contraído y deseoso anillo de su hermoso novio –¿Cara
a cara o por detrás, como estamos ahora?- pregunta al oído y ambas manos buscan
los redondos glúteos para apretujarlos mientras el rubio piensa que responder.
Junsu se estremece de pies
a cabeza, la voz ronca del pelinegro, la respiración caliente contra su oído,
aquella erección que se frota contra él, haciéndole delirar, haciéndole desear
sentirlo dentro, y le cuesta solo un momento poder contestar.
La boca del pelinegro besa
la nuca del menor haciendo que el vello de todo su cuerpo se erizará mientras
las manos del pelinegro seguían apretujando aquellos glúteos, ganándose jadeos
por parte de su dulce novio.
-Junsu~- El pelinegro le
llama esperando una respuesta, el también está deseoso de enterrarse en aquel
estrecho y caliente lugar, quiere sentirse unido a su novio.
-P-Por detrás… Así justo
así - gimotea el pelirrubio, y como todo deseo de su baby eran ordenes para él,
no espero más. La punta de su erección se perfilo contra ese estrecho anillo,
sus caderas se impulsaron un poco entrando en él, entrando en Junsu, comenzando
a ser uno.
El pelinegro no le dio
tiempo a que Junsu pudiera sentir incomodidad, su mano se había encargado de
entretenerle, masturbándole mientras se enterraba profundamente en aquella
estrecha cavidad, una que le hizo delirar por lo caliente que estaba. El vaivén
de caderas no fue para nada lento o suave, sus caderas chocaron con fuerza
arrancándose aquellos inevitables gemidos que poco a poco comenzaban a ganar
intensidad, haciendo eco en su apartamento.
La entrepierna del rubio
fue desatendida por un momento, ya que la mano del pelinegro había terminado
anclada a sus caderas, para mantenerlo firme y que sus estocadas fueran mucho
más fáciles; su mano libre termino sobre la aquella mano que el pelirrubio
parecía usar como soporte. Entrelazando sus dedos.
Junsu se sentía
desfallecer, su rostro había terminado apoyado contra la fría pared esa que
hacia un gran contraste contra su piel febril, podía sentir a su novio entrar
tan profundamente dentro de él. Trato de acallar sus gemidos en un gesto en
vano cuando el pelinegro había llegado a tocar aquel punto sensible que se
encontraba en su interior. Mordió sus labios con fuerza y gimoteo desesperado
cuando el pelinegro había acertado de nuevo haciendo que sus piernas temblaran
debido a aquellas corrientes eléctricas que recorrieron su columna vertebral.
-Yo- Yoochunnie ~ Por favor
~ - Pide esperando ser entendido por su novio, que toque con su virilidad ese
lugar de nuevo.
-¿Qué pasa baby?, ¿Qué es
lo que deseas?, ¿¡mmhn!? – Gruñe el pelinegro contra la piel de la columna del
pelirrubio esa que se ha entretenido en lamer y morder mientras impulsa sus
caderas, tocando aquel lugar que Junsu no se atreve a pedir que toque,
escuchándole ahogar aquel hermoso gemido que era música para el - ¿Quieres que
te toque ahí?, ¿Qué te dé más?, ¿Qué lo haga más duro?, ¿eso quieres? – y
vuelve a tocar aquel sensible lugar, arrancándole un ‘si’ al rubio en un sonoro
gemido desesperado. – Entonces no te contengas y canta para mí, quiero
escucharte-
La pelvis de Yoochun embiste
con mayor intensidad, se esfuerza en arrancarle algún chillido agudo como
hubiera dicho antes, pero siente que todo es en vano porque el menor continúa
mordiéndose los labios.
-¡Ah! Yoochun~- gime
quedito cuando el pelinegro se detiene a medio camino, dejando su cadera pegada
a la ahora sonrojada piel de los glúteos, producto del choque de sus cuerpos.
-Quiero oírte Junsu ah-
jadea sobre su nuca, enroscando sus brazos en la delgada cintura, obligándole a
separarse de la fría pared que ha quedado también humedecida por el sudor del
cuerpo que se apoyaba -… ¿No te gusta?- pregunta consternado entonces,
tensándose involuntariamente ante el simple pensamiento de que a su novio no le
agrade lo que le hace.
-¡Si me gusta!- se apresura
en responder cuando los brazos alrededor suyo van perdiendo fuerza, y como
puede los sujeta, entrelazando una de sus manos con los dedos ajenos –Si me
gusta…- repite girando la cabeza hacia un lado, encontrándose con los profundos
ojos negros que le absorben e hipnotizan –Me encanta~- jadea sobre los labios
gruesos, volviendo a sentir aquel invasor en su intimidad moverse en un suave
vaivén.
-Entonces quiero que dejes
de morderte tu deliciosa boquita y gimas y grites hasta quedarte sin voz- ríe
sobre los rosados labios y observa ese color carmín que sube desde el cuello
del más pequeño hasta la raíz de sus cabellos.
-¡Eres un pervertido Park
Yoochun!- se queja con un puchero, retrocediendo con su cadera para chocarse a
propósito en la pelvis de su novio –Los vecinos se van a enterar~- canturrea
nervioso y sus gemidos comienzan a agudizarse mientras el vaivén se va
convirtiendo en un choque constante, rápido, duro, profundo; arrancando los más
obscenos sonidos que ambos hayan podido dejar escapar en aquel apartamento
compartido.
-Que se enteren, que
escuchen y sepan cuanto es que Park Yoochun ama a su novio – habla ronco contra
el cuello del pelirrubio, ese que esporádicamente besa, donde varios de sus
gemidos roncos son amortiguados.
El aliento caliente del
pelinegro arranca jadeos que se unen a aquellos gemidos que ambos no se empeñan
en acallar, porque les gusta, les gusta escuchar cuanto es que el otro está
disfrutando de aquella unión de cuerpos, de almas.
Las corrientes eléctricas
recorren ambos cuerpos, Yoochun se siente desfallecer cuando aquel estrecho
lugar le recibe, le succiona, le arranca aquellos gemidos con palabras obscenas
entremezcladas, esas que parecen hacer gemir un poco más alto al más pequeño de
los dos, a Junsu le hace sonrojar escucharle de esa manera como pierde la razón
junto con él, pero también le excita aquellas palabras roncas que salen de la
boca de su novio, palabas incoherentes, sin sentido, pero que son perfectas
para ambos.
Yoochun siente que falta
algo, y sabe exactamente que es. Abandona el cuerpo del rubio, ese que se quejo
al sentirse solo, desatendido. Pero apenas y le da tiempo de notar su ausencia,
cuando ya le ha hecho girar tomándolo por las nalgas alzándolo de nuevo para
poder enterrarse en una estocada certera, arrancándole un sonoro gemido a aquel
pelirrubio que rápido ha enroscado sus piernas alrededor de la cintura del
pelinegro y sus brazos alrededor de su cuello.
Sus bocas se encuentran en
algunos besos, en algunos roces mientras el vaivén de caderas vuelve a ganar
velocidad, fuerza, intensidad, llevándoles a la locura y un poco más al cielo.
-¡Y-Yoochunnie!, ¡ngh~!,
¡más! - Pide Junsu de forma desesperada, siendo complacido rápidamente por el
pelinegro, ese que se empeña en dar todo de él para su baby. Quiere enterrarse
profundamente dentro de él, fundirse en él y no escapar nunca.
-Te amo baby, mmnh~, te amo
– El pelinegro murmura contra la boca del pelirrubio, quiere que su novio sepa
que están haciendo el amor, que le ama, que es suyo.
-Mmgh~ También… te amo~-
jadea alterado, enmarcando con sus manos el rostro de su novio, atrayéndole en
un nuevo beso mientras las estocadas se suceden frenéticas.
Prueban sus labios, se
endulzan el paladar con aquel sabor familiar que jamás van a cansarse de
compartir; la lengua del menor se hace espacio para explorar la boca de su
novio, y el mayor le deja hacerlo libremente porque le encanta cuando toma la
iniciativa, le encanta que también explore a sus anchas y descubra por su
cuenta aquellos puntos que a él también le enloquecen.
Ambos músculos húmedos y
rugosos batallan dentro de la cavidad bucal, se enredan, se jalan, se presionan
una contra la otra. Sus bocas se acoplan a la perfección, al igual que sus
cuerpos y sus corazones latiendo al unísono.
-¡Ahh! ¡¡Yoochuuuuun!!-
casi grita el menor y se ve obligado a separarse de la deliciosa boca de su
novio cuando el pelinegro le separa más los glúteos y embiste hasta perder por
completo su extensión en el interior del menor, tocando lo más profundo que
puede, alterando todos y cada uno de los sentidos de su novio.
Junsu se retuerce y gimotea
presa del placer, hay un lugarcito allí al fondo que le ha hecho sentir en las
nubes por unos cuantos segundos y sabe que no va a durar mucho al ritmo que van
y con ese nivel de temperatura que les hace sudar y ahogarse en sus propios
suspiros.
Cuerpos sudorosos se
encuentran, se rosan, chocan, se unen. El sonido del choque de las caderas
contra aquello redondos glúteos solo se unen al coro de gemidos que inunda el
apartamento, es una melodía perfecta, la melodía de hacer el amor.
La intensa mirada oscura se
ancla en aquel rostro de la persona que ama, le gusta verlo, verlo presa del
placer, esas mejillas sonrojadas, esos ojos cristalinos y brillantes que le
demuestran a ciencia cierta que lo está disfrutando, y también que le ama.
Porque aun cuando le diga que le ama, también puede verlo, en aquellos ojos que
no le engañan.
-Yoochunnie ~, ¡nhg!, tu
baby quiere más~ - Y Yoochun se pierde, pierde la poca cordura que le puede
llegar a quedar. Esa manera en la que Junsu le ha querido ver, esa mezcla de
sensualidad e inocencia mientras le ve perdido por él, le lleva a la locura.
Una de las manos del
pelinegro se apoya contra la pared mientras uno de sus brazos se encosta en la
estrecha cintura del pelirrubio. Siente como las piernas del pelirrubio le
apresan, se cierran con más fuerza alrededor de él, como las manos de Junsu se
agarran con fuerza a sus hombros, como si necesitara un punto de anclaje, así
como lo necesitaba él en ese momento que se sostenía a su cintura. Porque estaban
a nada de llegar al cielo, lo podía sentir.
La mano del pelinegro
suelta su cintura lo suficiente para poder colarla entre ambos cuerpos,
encontrándose con la virilidad del pelirrubio que había quedado desatendida
pero que pronto recibió buenas atenciones.
Le masturba, le toca, le
arranca gemidos que pronto se convirtieron en gritos, gritos extasiados, gritos
que sabe que dejaran sin voz al pelirrubio, gritos que le encanta que le
excitan. Yoochun se siente apresado por aquella cavidad estrecha, caliente y
humada, esa que le succiona y le apresa un poco más a cada segundo que pasa y
no se detiene, quiere escucharle, quiere verle, quiere ver el momento en el que
su chico pierde la razón en un orgasmo. La mano de pianista de Yoochun se
cierra alrededor de la punta de la hombría de Junsu, su mano sube y baja y gana
velocidad tratando de llevar el mismo ritmo que el vaivén de sus caderas.
-Yoochun, Yoochunnie –
gimotea desesperado el pelirrubio siendo llevado hasta el cielo un poco más,
demasiado rápido, pero aun así lo espera, quiere tocar el cielo junto con su
amor.
-¡Nnhg! Mmh~ Espérame baby-
pide ahogado en jadeos, hundiendo su rostro en la curvatura del cuello del
menor, empujando hacia adentro su pelvis con más velocidad y fuerza. Sus dedos
se cierran haciendo presión en la base de la erección de Junsu para evitar que
se corra antes que él; quiere tocar el cielo con los dedos entrelazados a los
de su novio.
Gracias a Dios que la pared
está allí de apoyo, sino hace rato ya ambos estarían en el suelo por culpa de
ese orgasmo que comienza a atacarles lentamente. El calor se acumula en sus
vientres, el sudor cae en gotas que resbalan sobre ambos cuerpos, los labios de
Yoochun buscan dejar besos sobre el níveo cuello y Junsu se abraza a la amplia
espalda del mayor, clavando instintivamente sus uñas en la suave piel de los
omóplatos cuando el pelinegro deja de hacer presión y su mano vuelve a bombear
veloz para terminar juntos.
-Aahh~ Yoochunniee~ ¡Ya no
puedooo!- gime alterado mientras sus músculos se tensan por completo y cierra
los ojos fuertemente para defenderse del ‘ataque’. El pelinegro se separa lo
suficiente como para fundir sus bocas en besos cortos y la repentina presión de
las paredes internas de su novio le llevan a la mismísima gloria.
-¡¡Nnnhg!! ¡Junsuuu!- gime
ronco contra sus labios y los espasmos le recorren de pies a cabeza, una última
estocada y su esencia se derrama en el caliente interior del menor, continúa
haciendo presión hasta sentir que todo ha quedado ahí dentro. Junsu ha terminado
entre ambos torsos y el líquido blanquecino ha ensuciado inevitablemente su
vientre y el de su novio.
Sus pulmones buscan aire
que llevar a sus cuerpos, sus corazones laten apresuradamente contra sus pechos
y se sienten temblorosos debido a esos espasmos que todavía recorren sus
cuerpos, pero aun así buscan sus miradas. Se miran, se regalan con la mirada un
te amo antes de decirlo abiertamente para que el otro pueda escucharle. Se
besan, se regalan besos dulces y piquitos que después de hacer el amor de esa
manera tan sublime, tan sensual siempre dejan ver esa dulzura, ese amor que se
tienen de una manera un poco más tierna.
Los brazos del pelinegro
rodean la cintura del pelirrubio, apartándole de aquella pared que les ha
servido de apoyo para llevarle a la amplia cama que ambos comparten. Se
recuesta todavía con Junsu en sus brazos, con demasiado cuidado como si llevara
algo realmente frágil y valioso entre sus brazos.
Se vuelven a regalar besos
todavía unidos. Yoochun no quiere salir de aquel lugar en el que se encuentra,
se siente tan bien estando ahí y Junsu ama sentir a su novio en su interior,
pero aun así el pelinegro se separa lo suficiente para salir del interior de su
baby, arrancándole un leve jadeo.
-Te amo, mi inocente,
sensual y provocativo baby – Habla Yoochun sobre la boca del pelirrubio antes
de besarle de nuevo dulcemente. Se acomoda sobre la cama y rápidamente atrae al
menor contra él haciendo que Junsu recostara su cabeza contra su pecho, ahí
donde su corazón todavía late un poco apresurado. Las manos del pelinegro
buscan las sabanas de la cama, cubriéndoles a los dos, es muy temprano todavía
para estar en la cama pero en ese momento simplemente le apetecía estar así con
su novio, y parecía que Junsu también lo quería así.
-Yo también te amo
Yoochunnie~ - Y el rubio le mira de aquella manera inocente, esa que les había
llevado allí, pero bueno, sabe que su baby no puede evitarlo, está en su ser
tan inocente, pero por la forma en que le sonrió después antes de acurrucarse
contra él sabe que lo está haciendo apropósito.
-Creo que mi baby se está
haciendo más provocativo – Dice el pelinegro con una sonrisa en los labios –
Seguro quiere que le haga el amor de nuevo – Una sonrisa picara descansa en los
labios del pelinegro, ese que ha bajado una de sus manos y a dejado un pequeño
pellizco en aquellos redondos glúteos.
Junsu suelta un respingo
pero pronto el pelinegro se disculpa por su atrevimiento acariciando la zona ‘afectada’.
-¡Yah!, eso no es cierto,
tú que eres un pervertido y que crees esas cosas, pero no es así – El menor
hace un puchero con las mejillas ligeramente sonrojadas, y el pelinegro no
pierde tiempo en besar aquel puchero.
-Vamos baby, acéptalo,
ahora vas provocándome con esas poses tan lindas, y esos arranques de chico
sexy – Y el pelinegro se divierte en hacer sonrojar y avergonzar a su novio,
ese que ya se ha cubierto con las sabanas hasta la cabeza tratando de escapar
de la verdad, porque Junsu lo sabe, le provoca, porque le gusta, le fascina ver
como Yoochun pierde la razón a causa de él, así como lo hace él siempre a causa
de Yoochun.
-No voy a aceptar nada – La
voz de Junsu se escucha amortiguada debajo de aquellas sabanas que le cubren; y
con la diversión pintada en el rostro del pelinegro, este se cuela entrando en
aquel refugio que había hecho Junsu, para besarle, para abrazarle y tratar de
que aceptara lo que era obvio. Que le provocaba, que se amaban.
-¿Vas a hacerme el ángel
Xiah de nuevo?- cuestiona sonriente, acariciando las manos de su adorable
novio, quien está hecho un ovillo y se cubre el rostro.
-¡No!- puchea contra las
palmas de sus manos, cediendo un poco ante las ligeras caricias.
Yoochun sonríe radiante,
abraza al más pequeño y deja besos sobre el dorso de ese par de manos que le
separan del sonrojado rostro de su baby. Las palmas comienzan a separarse, los
delgados dedos buscar enmarcar el rostro del mayor antes de topar los gruesos
labios con los propios.
Y es perfecto… es perfecto
besarse así, es perfecto abrazarse así… es perfecto estar ambos escondidos bajo
las sabanas, compartiendo el calor después de haber hecho el amor.
-Te amo Junsu ah…- confiesa
nuevamente, abrazándole con un poco más de recelo, acariciándole el cabello y
acomodando con sus dedos algunos mechones rebeldes –Te amo y nunca voy a
cansarme de decírtelo- su sonrisa y su mirada se internan en lo profundo y
dulce de las acarameladas orbes que le observan. Inclina el rostro y susurra un
‘Te amo’ más antes de besarle con extrema dulzura.
El rubio siente sus
mejillas arder mientras su corazón late desbocado, sonríe en medio de aquel
tierno beso y apenas se separan acomoda sus manos en ‘v’ bajo su mentón.
-Te amo Chunnie…- murmura
avergonzadísimo por las nuevas insinuaciones que le regala a su pervertido
novio; recibiendo más sonrisas divertidas y miles de besos a cambio.
-¿Haremos el amor de
nuevo?- incluso se atreve a preguntar en un susurro contra los rosados labios
del menor, sin dejar de reír ante los sonrojos que se le arrebolan en las
mejillas.
-Pero dulce esta vez- pide
con una sonrisa y busca la boca del pelinegro para encontrarse en esos nuevos
besos que poco a poco van a dejarle flotando en una nube nuevamente.
Y es precisamente así como
quiere tocar el cielo con los dedos, en medio de la muestra más sublime del
amor que ambos se tienen. Y aunque varias veces sean más apasionados o quizás
hasta salvajes, ese tamborileo en el corazón les recuerda a cada segundo que el
sentimiento allí es inmenso, es eterno y es perfecto.
Y Junsu sabe que su ‘Ángel
Xiah’ siempre ha sido y seguirá siendo el mejor incentivo para amarse una vez
más.
***
Algunos días después…
Y de nuevo Yoochun se
encontraba escuchando a su CEO hablar, y el juraba que le estaba prestando
atención, se lo debía después de haber estado concentrado en contestar aquello
mensajes que Junsu le había mandado la vez pasada. Apenas iba a tomar la
iniciativa de preguntar algo cuando su celular sonó, escuchando ese sonido
característico que le anunciaba que un mensaje había llegado, y así era, su
pantalla marcaba el mensaje entrante con el nombre de Junsu y de nuevo se
perdió de aquella junta.
Sus dedos fueron rápidos en
abrir aquel mensaje y una risita nerviosa fue acallada por su mano cuando pudo
ver el contenido…
Bueno… Parecía que el
‘Ángel Xiah’ iba a atacar de nuevo.
FIN
dsfgsjhdgfjhsfgs♥♥♥ Nuestros profileeees!! *no lo superaré nunca xDDDD* ♥♥ Me ha encantado como quedó el shot *^* Tan romántico, sexy, tierno, lemonoso y lleno de amor YooSu que jsdhfjsdhfkshf♥♥ *flota en su nube rosa y babea arcoiris♥* xDD
ResponderEliminarMiiiiiiles de gracias por escribir conmigo de nuevo *3* En serio me he divertido mucho y he chillado con cada cosilla que ibamos escribiendo xD Aigooo, esque ese par es demasiado hermoso♥ *la apachurra y la llena de besos* Love you Taniiiiii♥♥♥♥
ARE YOU SERIOUS!!!!??? es que ....asdhsdfsdajkfasl<dasfdensvdjvnaskd!!!! JUNSUUU, cómo has crecidoooo, ahora eres tu el que a través de "inocnetes" actos insinuas cosas a tu ratón... WOW chicas, me encantó muchas gracias por el fic....
ResponderEliminar*---* siii el baby es un dulce pervertido que ha aprendido de su ratón los más "sucias" estrategias para seducirlo. Si es que el nene es un ente de sensualidad y su mouse pervert no puede menos que admitir que todo su amor se expresa mejor cuando puede hacerle el amor sin importar tanto las formas o los lugares.
ResponderEliminarHa sido un shot muuuy ardiente *Q* si nada más de leer a Yoochun conteniéndose en la reunión con el CEO yo estaba que lo pateaba para que saliera corriendo sin más xD y encima que no iba en su auto, pero que tortura!! xD este hombre merece, cm dijo Axy en alguna ocasión, una parcela en el cielo por semejante autocontrol teniendo a Junsu por novio. Pero bueno, venga que hay que darle crédito al baby también, quién en su sano juicio se resistiría a dejarse hacer todas esas perversiones amorosas por un hombre tan sexy y romántico como Yoochun *---* si son tal para cual, el complemento que se hacen es simplemente perfecto!
Debo admitir que de repente cuando aparecía el "pelirrojo" me imaginaba a Junsu así y luego rubio y fue cm de o.o de qué color lo traía entonces o.O xDD fue un poco divertido pero fue más lo caluroso xD
asjhdasjdhja thanks <333 hermosos shot, gracias por la cooperación y por compartirlo!
Ya Ne!! ;D
Kyaaaaaaaaaaaaa *rueda de amor*
ResponderEliminarNO PUEDO DESCRIBIRLO ME HE QUEDADO BABEANDO ESTE SHOT DIOS!!! SDAJDFDGFHDGFHDGFHGDAFADHFGHADGHADFHGADJFJADFJADFHDFHDFGFHADGHFGAHAHGFDHAGHFDHFGHADGFHADGFHGADHFGADHFGAHDFHDFHDAGHDFHDFGHADGFHDAHGADHGFAHDGFHADBVJHJHFJHJFHDJFHDAFHJHADJFHDJHJDHJFDH♥
Es que todos sabemos que el baby es un amor así todo inocente e incluso infantil perooo cuando le dan ganas de hacer cositas sexies con su ratón ni quien lo pare xDD
Y YooChun es el unico que puede sacar esa faceta pervertidilla del delfin *wwwwwwwww*
Muchisimas Gracias *les lanza YS al por mayor* He amado este shotsito *wwwwwwwwwww*
*se larga en su nube YooSuesca lanzando YS besho*
♥~~~~~
precioso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ♥ ♥ ♥ ♥
ResponderEliminarque lindo y bonito YooSu , tan romantico , sexy y a la lez lemonoso que mas se puede pedir ~~
muchas gracias Axy y Tani por escribir esta cosa tan bella, simplemente me encanto
ese bonito Junsu tratando de sonsacar a su raaton jijiji y el otro que le gusta que lo provoquen aiigo YooSu precioso♥ ♥
les quedo lindisimo y espero pronto leer algo mas de ustedes dos juntas
Nos vemos ♥
(Les hace reverencias a Axy y Tani)
ResponderEliminarQue hermoso!!!!!!!!!!!!!!!! tan perfecto amor YooSu, lleno de amor, pasión, ternura, todo, todo, lo que ellos se demuestran en cada mirada *O*, lo bien que se conocen y cono utilizan sus encantos contra su novio ♥_♥
Jajajajajajajajja Junsu como tiene su propio modo de mostrarle a su novio cuanto le ama y le desea, poniéndolo en aprietos en plena junta ;D jajajajajajajajaja solo de imaginar a Yoochun cuando recibió las fotos de Junsu *O* waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :D
Es que Junsu es un contraste impresionante entre ternura y sensualidad, aunque creo que a final siempre gana su inmensa ternura e inocencia ♥_♥
Y su ratón sexy lo ama!!!!!!!!!!!!!!! ♥_♥
Voy a ir a dormir tan feliz ya leer este YooSu!!!!!!!!!!!!!! ♥_♥
No tengo como agradecerles el compartir esta historia porque fue perfecta *O*
Gracias chicas!!!!!!!!!!!!!!!!!
WOW que YOOSU por demas caliente e intenso, ellos son asi, ternura, amor, sensualidad, TODO INTENSO cuando estan juntos lastima que solo me imagine las fotos que se todo y no las vi, jajajajajajajajajaja, capaz que el raton me corretea por ver al baby ya que solo el puede ver las fotos privadas de su sexy novio, ojala y hicieran otra secuela, seria SUPER MEGA INTENSO . . . . . . . .
ResponderEliminar-¿Que te haga el amor Junsu ah?, ¿qué te haga el amor a cualquier momento?, ¿que venga y te desgarre la ropa, te tumbe en la cama, abra tus piernas, y te haga el amor duro?, ¿eso es lo que deseas?- Y me mori como 100 veces~!!
ResponderEliminarAY SEÑOR MIO!!!! CHUCHITO O QUIEN ESTE EN ESOS CIELITOS AZULES QUE ME FASCINO!!!! Junsitooo tan hermosamente sexy y pervertido (?) QUE ES LO QUE TE HECHO ESE RATON!! Lo que sea se merece un premio xDD Y Chunnie~ Buen trabajo de autocontrol~ Yo me hubiera ido apenas abriera el mensaje!!! xDD Tan Hermosos! Me recargaron las pilas YS♥ con esta hermosura GRACIAS GRACIAS~!! Siguieron mostrandose amor luego de esa reunion!!?? xDD Curiosidad ON (Como si ya no supiera la respuesta xDD) Preciosamente perfecto Reinas!! *-*
MOOOOOOOOOOOOOOOOORIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!! X/////C/////X!
ResponderEliminares q esto: -Entonces quiero que dejes de morderte tu deliciosa boquita y gimas y grites hasta quedarte sin voz-
jsd,jdfgk,dsfh,dfhg,dshf me fui a la fukin del mundo!! *//////O//////*!!!
wsi,dhgd,hfgdf JUNCHAN!! POR Q ERES TAN LIIIINDO!! Y TIERNOOO!!!! por Q!!!! es un arma de ternura y sensualidad!! ;w;9 ♥ ♥ ♥ ♥
KOMO SHIT PUEDE CHUNNIE TENER TANTO AUTO CONTROL? Dx? no m lo explico e3é
El Angel Xiah seguirá haciendo de las suyas *OOOOOOOO*~~!! sd,hddhfudfhgfhg junsu!!! u/////////u vete + al lado oscuro!!!
ok no u///////w//////u sigue así ;3 así te AMO!!! ♥ ♥
LES QUEDO!!!! *3*~~huffff~~ u///////////u... condenadamente sexy!! hermoso!! y muchas cosas ++++ este shot!!! es un placer leer sus colaboraciones! ♥ ♥ MUCHAS GRACIAS! A LAS 2! AXY Y TANI~~ ME MATAN */////-/////*
ASlfjriogjdlkjfgrogjvdlfijeig es pervertidamente genial!!! lo amé!! gracias Tani y Axy por unir sus mentes y compartir estos shot que me fascinan >.<!!
ResponderEliminarI know, mis comentarios no son tan extensos, pero créanme que son con mucho amor <3
Waaaa que intenso pero que bonito *-* como resistirse a su baby, Yoochun cae redondito y cada día lo ama más.
ResponderEliminarMe lo imagine en la "importante junta" y el mensajeandose xD pero es que hay asuntos más importantes y atender a su baby es lo primero :3.
Gracias por compartirlo!! *-*
Hay niñas, les quedo muy bonito ^^ en verdad
ResponderEliminarjejjej y podre CEO en definitiva deben quitarle el celular a Yoochun cada vez que entre en una reunion
llevo tres dias queriendo terminar este shot, y no he podido, pero lo vuelvo a leer siempre desde el principio xDD
ResponderEliminar***O***
Diooooooooooooos!!!
que Shot tan lemonoso han escrito >///<
pero al mismo tiempo todo romántico y cursi, y siempre que leo un YooSu no me queda
la menor duda de que el Pervertido aqui es Junsu y Yoochun solo es una victima más
que cae ante los encantos de Junsu....nadie loc ulpa la verdad >_<
Gracias chicas por cooperar y compartir tan lindo shot =D
Después d como 2 semanas q puedo terminar el shot :O y después d haberlo leído siento q es una total locura no haberlo leído antes~~ *todo culpa d mi trabajo y quehaceres*
ResponderEliminarEstuvo MARAVILLOSO chicas!!!.... El fic refleja todo lo que el YooSu es Realmente *o* una mezcla de ternura y pasión, de romance y locura pero sobre todo d muuuuuuuchisimo AMORSH demostrado en todas sus formas y facetas y eso es lo q m encanta del YooSu Hermosho <3~~
Gracias Axy y Tani x escribir y compartirnos esta preciosura q m dejo babeando pordoquier *3* besos chicas <3<3<3<3<3
Baba, baba.. BABA Q_____________Q
ResponderEliminarMe estoy poniendo al día de todo esto y..y..y.. dksañlkfñlaskfsñlakdña quedé muy atrás pero ver esto es.. dsadsadsadsadsadas
La parte del mensaje de Junsu.. ese.. ''Nada más'' hasta a mi me dejó un poco aturdida porque me forme la imagen de ese Junsu con solo la camiseta puesta y... F;SDA;FHH;S;FASGSD Derrame >:c
Amé el Shot.. tan lemonoso, lleno de ternura a la vez ;_; tan.. tan ellos ;; quedó bonito.. como siempre *-*
demoré en leerlo pero.. fiel en todo y comentaré siempre \o/ kdñslakdñla
Gracias a ambas por esto que aún tengo mí mente nublada xD dlaskñ más por el final.. que medó sonriendo como boba xDDDDD dksañldkña
Gracias Axy & Tani por compartir el Shot♥ ¡MUCHAS GRACIAS! 8D ♥
Oh Dioooos Miooooooo¡¡¡ que bello momento Yoosu. Te juro que no me esperaba un lemon tan hermoso. OMG has relatado tan romanticamente ese encuentro tan llenp de amor y emociones que yo sigo en la décima nube¡¡¡ Muchas gracias a ambas por tan apasionado YooChun y tan percertido Junsu, porque sip, Junsu va por la vida dejando a mi Chunnie como el pevert, cuando es él quien genera las ideas locas para provocarlo.😜😜
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