[OneShot] Besos con sabor a Pepero

Hola hola ~, cuento tiempo ¿verdad?, bueno se que he estado desaparecida un tiempito pero ahora les vengo a recomenzar con un pequeño regalito ^^. Esta idea surgió cuando mire una imagen super cute de estos dos niños compartiendo pepero [bueno más bien Yoochun besando a Junsu después de quitarle su pepero]. Bueno quizá no quieran saber mucho de eso, así que les dejo aquí este one shot ^^.

Espero les guste <3

PD: Este Shot tiene dedicatoria ^^. Dedicado a Axy que ama al Yoosu bello <3. Espero te guste ^^

Titulo: Besos con sabor a pepero.

Autor: Tani

Pareja: Yoosu

Género: Romance

Extensión: OneShot

Todos los integrantes de aquella casa llevaban el día siguiendo un pequeño recorrido, desde sus respectivos lugares hasta la cocina, Changmin desde la sala de composición hasta la cocina, Jae y Yunho desde la habitación – que ahora compartían- hasta la cocina y Junsu desde su habitación hasta… buen también la cocina, pero aquel pelinegro ese que permanecía en la sala tratando de ver un programa de televisión no prestaba atención a donde es que iban o venían los demás integrantes, solamente uno era el dueño de toda su atención – si, había mandado al carajo su programa de televisión cuando había visto como había regresado a la cocina por tercera vez. Y él que se había propuesto dejarle ese día en paz, que iba a dejar a su hermoso pelirrojo descansar después de llevar toda una semana insinuándole cosas ¿Qué tipo de cosas?, pues lo podía decir en una simple palabra. Que le amaba, si el Park Yoochun amaba a su amigo pelirrojo llamado Kim Junsu, alguien se preguntara si es que el pelirrojo ya se había enterado de su amor, y pues la respuesta lamentablemente era no, o Yoochun era muy malo para insinuar o Junsu era muy despistado, Yoochun – para no echarse la culpa de que era malo insinuando – apostaba porque era la número dos, que su adorado niño era un despistado y que necesitaba que le dijeran las cosas de frente.

Por eso había tomado ese día,día de descanso también para ellos después de una larga agenda de presentaciones, shows y demás para dejarlo descansar e idear una buena manera para declararse.

Pero nada de eso había funcionado  no cuando   aquel  chico de cabello pelirrojo iba y venía de manera sigilosa a esa cocina y eso le dio mucha curiosidad, ¿Qué tanto estaba ocultando?. Lo dejo volver a su habitación y comenzó a contar esperando pacientemente el momento exacto en que Junsu volviera a la cocina.

Y pasaron 30 minutos y aquello pasos que conocía perfectamente se acercaron. Permaneció completamente quieto mientras miraba a su pelirrojo miran a todos lados, pero parecía no haberle visto porque siguió con su caminar sigiloso.

Y él entro en acción, caminando lentamente le siguió hasta entrar a la cocina y supo entonces la razón por la que todos iban a la cocina tratando de no ser vistos ¡Todos estaban comiendo peperos y no le habían compartido ninguno!

-¡Así que es eso!

Su grito asusto tanto a Junsu que este terminó pegando un chillido debido al susto, sus ojos se encontraron, la mirada de Junsu bajo al pequeño pepero de chocolate que descansaba en sus manos, sus miradas se volvieron a encontrar y en medio de un chillido por parte de Junsu, el pequeño pelirrojo emprendió la huida. Pares de pisadas se escucharon por todo el lugar, algunas cosas terminaron tiradas en la cocina y otras tantas en la sala.

-¡Deja de seguirme! – Chillo el pelirrojo mientras parado detrás de uno de los sofás trataba de buscar la manera de escapar. Pero el era imposible, si se movía a la derecha Yoochun iba hacia allá, si se movía a la izquierda Yoochun también iba hacia allá.  -¡No! Hasta que me des pepero! – Y no lo iba a dejar escapar, y no era solamente por el pepero, sino porque en medio de su carrera detrás de aquel pelirrojo, su idea para confesarse había llegado a su cabeza. ¿Loco verdad?, pero en ese momento Yoochun quería confesarse.

-¡En la cocina hay más! – Chillo el pelirrojo, pero el pelinegro no le escuchaba y la sala termino siendo un desastre al igual que la cocina mientras uno quería escapar y el otro quería atrapar a su pequeño niño.

Junsu no podía sentirse más acorralado y nervioso en ese momento mientras lentamente retrocedía tratando de alejarse de aquel pelinegro que muy sonriente le miraba de esa manera, declarandose victorioso. Ahora hasta su habitación le parecía demasiado pequeña, tanto que ahora no miraba hacia donde escapar.  Pero no es que estuviera muy atento en eso, más bien toda su concentración estaba en aquel chico pelinegro y su corazón que latía apresuradamente. Yoochun se creía que él no se había dado cuenta de aquellas insinuaciones, de aquellos abrazos, aquellas sonrisas y esas formas tan cariñosas de tratarle, pero aun cuando se había dado cuenta había estado esperando el momento y otras insinuaciones más que le demostraran que aquel pelinegro le amaba y no estaba alucinando debido a su amor por aquel chico.

Su espalda choco contra aquella fría pared y se declaro completamente perdido y a merced de Yoochun, sus ojos vagaron desde aquellos ojos negros que podían hipnotizarle si se quedaba observándoles por mucho tiempo hasta aquellos gruesos labios, pero parecía que no era el único, aquellos ojos negros le observaban mientras el dueño de estos acortaba la distancia, poco a poco un poco más, unos centímetros más  que reducían su espacio vital a nada.

-¿Me vas a dar pepero Junsu?. – Yoochun termino enganchando su mirada en aquella de color caramelo que tanto le fascinaba. La distancia comenzaba a ser tan mínima que sus pechos apenas y llegaban a rosarse. Y para Junsu quizá esa era la última prueba que necesitaba para darse cuenta de que Yoochun sentía algo por él.

–No, primero me lo comeré yo. – Y sin más aquel chico pelirrojo termino llevándose aquel pepero que les tenia ahora tan juntos a la boca comenzando a comérselo tan rápido como podía, pero cuando menos lo pensó su mano fue apartada y la boca del pelinegro tomo aquel pedacito de pan con sabor a chocolate solo para terminar de comerlo, para unir sus bocas en un roce de labios que pronto dio a paso a un beso mucho más suave, mucho más tierno.

Las manos del pelinegro se anclaron a ambos lados de la cintura del pelirrojo, los brazos del pelirrojo terminaron enredándose en el cuello del pelinegro, mientras piquitos y besos lentos eran depositados en sus labios.

-Creo que los peperos saben mejor cuando tu novio te los da en un beso. – Murmuro el pelinegro contra los labios del pelirrojo mientras depositaba otro beso, dejando un poco confundido a aquel pelirrojo que aun cuando no quisiera separarse lo hizo. ¿Qué?, ¿su novio?, ¿pero cuándo?.

-¿Tu novio? – pregunto aquel pelirrojo que ni cuenta se había dado de lo adorable que lucía en ese momento con la confusión en su rostro y aquel leve sonrojo, que solo ocasiono que Yoochun quisiera comérselo a besos. Y no perdió la oportunidad, más besos fueron dados a aquel pelirrojo antes de que pudiera aclaran su confusión.

-Sí, lo eres, ¿o no quieres serlo? – Solo faltaba que le dijera que no. Yoochun no tuvo tiempo a ponerse a pensar en ideas al estilo de que el no siente nada por mí, porque aquel grito y golpe en el brazo por parte de aquel pelirrojo que le miraba con el seño fruncido y un leve puchero en sus labios, no le dio tiempo a hacerlo.

–¡Yah!, ni siquiera me lo has pedido bien, ¿Cómo quieres que sea tu novio? – Que si no le decía no lo seria, punto.

-¿Tengo que decirlo? – Pregunto un tanto divertido aquel pelinegro con una sonrisa en los labios, ganándose otro golpe y un puchero más pronunciado en aquella boquita rosada que termino besando de nuevo. - ¿Quieres ser mi novio Junsu ah? – Y un si suave fue pronunciado por los labios de aquel sonrojado pelirrojo que fue besado de nuevo por aquel chico pelinegro. – Y ahora que eres mi novio Junsu ah, quiero más besos con sabor a pepero.

Y aquel chico pelirrojo fue arrastrado a aquella cocina de la cual quizá no saldría mientras hasta que todos los peperos se terminaran, hasta que más besos con sabor a pepero fueran compartidos.

FIN