Nombre: ¿Cómo nace el amor?
Autor: Tani
Pareja: Yoosu
Género: Romance
Extensión: One shot
Si se pudiera hacer una encuesta y se preguntara como es que
nace el amor, nadie estaría de acuerdo con una sola respuesta, nadie llegaría a
una respuesta concreta que dijera en simples palabras como es que nace el amor.
Muchos dirán que a
primera vista, otros dirán que con el paso del tiempo, pero ninguno llegara a
decir realmente como nace el amor.
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Yoochun estaba aburrido, más que aburrido completamente
aburrido, era su primer día de vacaciones y no tenía nada que hacer, y para ser
un niño de 6 años eso era demasiado, él quería jugar, salir, divertirse, pero
no había nadie con quien pudiera jugar,
sus amigos Jaejoong, Yunho y Changmin se habían ido de vacaciones con
sus respectivas familias y aun cuando sus tres amigos le habían invitado a
viajar con ellos el no había podido ir, su madre no le había dado permiso
diciendo que eso era mucha molestia. ¿Pero por qué molestia?, ¡él había querido
ir a la playa con Jaejoong!, ¡o a el campo con Yunho! ¡O a la casa de los
abuelos de Changmin!, pero las mamás y sus cosas extrañas que solo le quitaban
la diversión a todo.
El pequeño pelinegro soltó un largo suspiro mientras
recargaba su pequeña carita infantil sobre sus puños cerrados mirando por
aquella ventana en la que se había instalado después del desayuno.
Su madre le había pedido espacio para poder hacer la limpieza
así que él no dudo en subir a aquel sofá que daba a la ventana que
proporcionaba una buen vista de la calle, aun que sea se podría divertir viendo
a la gente pasar, lo cual para su mala suerte nadie paso. ¡A – B - U – R - R – I – D – O!
Pero todo su aburrimiento fue eliminado y su atención fue
tomado por aquel coche que se paro frente a la casa de enfrente a la que su
madre tampoco le dejaba ir a jugar, diciendo que era peligroso, seguido después de aquel gran camión de mudanza.
¿¡Alguien se estaba mudando!?, el pequeño pelinegro llevo sus
pequeñas manitas hacia su rostro haciendo con ellas unos pequeños ‘ binoculares’
para tratar de mirar mejor.
-¿Por qué no vas a ver quiénes son los nuevos vecinos hijos? –
la voz de su madre le tomo por sorpresa, la señora Park había visto como su
hijo había comenzado a dar pequeños saltitos mientras miraba por la ventana y
ella no pudo no llenarse de ternura al ver lo emocionado que parecía estar al
ver que alguien llegaba.
-Pero solo desde la acera, nada de acercarse hasta allá – La señora
Park desordeno un poco el cabello corto de su hijo, ese al que no tuvo que
decirle dos veces antes de que hubiera bajado el sillón rápidamente listo para
conocer a los vecinos.
Junsu estaba un poco nervioso y triste, el pequeño niño de
cinco años de cabello castaño miraba el lugar que sería su nuevo hogar desde el
coche. Él no había querido mudarse, ahí no
iba a tener a ningún amigo, no iba a ir más a su escuela que era su favorita ni
iba a tomar clases con la señorita Lee que siempre le daba dulces. ¡No era
justo!, ¡no quería!
El pequeño niño estaba a punto de abrir la boca listo para
hacer su pataleta como lo había venido haciendo en todo el camino cuando algo
que pudo ver por el rabillo del ojo llamo su atención.
Era un niño, un niño que parecía de su edad, y que miraba
directamente hasta su coche y que era ¡un niño!, no todo estaba tan perdido, ¡iba
a tener un amigo!
-¿Por qué no vas a conocer al vecino Susu ah? – Esa había sido
la madre del pequeño castaño que apenas se había bajado del coche animando a su
hijo a que fuera, a que conocía a su nuevo vecino.
Junsu no se lo pensó dos veces, con una inocente mirada y una
sonrisa amplia bajo corriendo del coche saludando rápidamente con la mano a
aquel chico que desde la acera del frente le miraba.
Ambos se encontraron en medio de la calle, un par de ojos
caramelo, una sonrisa brillante y mejillas regordetas y sonrojadas se encontró con
aquellos ojos negros e inocentes y fue como si se conocieran de toda la vida,
aun a sus escasos 5 y 6 años de edad.
Era una conexión a la que sus inocentes mentes no le podían dar nombre
pero que les hacia felices y a si lo demostraron al comenzar a reír con solo verse,
al presentarse y a comenzar a hablar hasta por los codos como si se les fuera la
vida en ello, como si no tuvieran tiempo para conocerse. Pero así iba naciendo
el amor.
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¿Desde cuándo Junsu era tan indispensable en su vida?, ¿Desde
cuándo le necesitaba tanto para que su día fuera perfecto?, ¿Desde cuándo se había
enamorado?, ¿Desde cuándo se había vuelto el amor de su vida?, no lo sabía, a
sus 17 años no lo sabía, ni tampoco es que estuviera buscando respuestas a
aquello, el solamente amaba a Junsu y punto y le necesitaba.
Era por eso que en ese momento se encontraba arrodillado en aquel sofá que se encontraba a
la ventana que le daba una vista perfecta de la calle, esa que le había servido
años atrás para ver a su vecino y al que se convertiría en el amor de su vida.
Soltó un largo suspiro mientras recargaba su cara contra sus
puños cerrados viendo a Junsu al otro lado de la calle, ayudando a su madre a
arreglar las pequeñas flores que tenía en su jardín frontal.
Ambos habían sido castigados por haber llegado tarde el día
anterior, pero solo se les había hecho un poco tarde, ellos no tenían la culpa
de que su salida a tomar un helado se hubiera extendido tanto hasta casi media
noche y mucho menos que no hubieran escuchado sus teléfonos, sus platicas eran
tan importantes que ignoraban todo lo que estuviera alrededor. Sus padres que
eran unos exagerados.
Una sonrisa boba apareció en su boca cuando miro a Junsu reír
por algo que su madre le había dicho, si hasta su casa se escucho aquella risa
estridente que tanto le gustaba.
-¿Por qué no vas a ver al vecino Yoochun ah? – y su madre le
dio tal tremendo susto que con suerte no se había caído del sofá.- Anda ve a divertirte –
y su madre le revolvió el cabello como niño pequeño, sin darle tiempo a
quejarse por el susto y tampoco es que tuviera pensando tanto en eso, iba a ver
a Junsu.
-Estos niños – Murmuro la señora Park mientras miraba por la
ventana, viendo como su hijo corría hacia la acera – Así es como nace el amor. –
Murmuro de nuevo antes de alejarse de aquel ventanal para seguir con sus
deberes.
-¡Ya! ¡umma! - Se
quejo entre risas el castaño cuando su madre trato de mojarlo con aquella
pequeña regadera de mano para las plantas, pero su madre ni siquiera le escucho
cuando ya le había mojado los pies con el agua. – Mi
Umma es mala conmigo – Lloriqueo fingidamente el pelicastaño solo para ganarse
un pellizco en aquella redondas mejillas infantiles, que aun a sus 16 años de
edad no había perdido – Si tu umma fuera tan mala no te dejaría ir a ver a tu
vecino favorito. – Y sin más la señora Kim termino señalando con la cabeza a
aquel chico que desde el otro lado de la calle le saludo rápidamente.
-¡Gracias umma! – grito efusivamente el castaño mientras
abrazaba a su madre antes de salir corriendo.
Y de nuevo se volvieron a encontrar en medio de la calle como
años atrás, sintiendo aquella conexión que años atrás sus inocentes mentes no
le podían dar un nombre pero que en ese momento le podía llamar amor, porque
si, Junsu también amaba a aquel pelinegro que tenia frente a él, aun cuando le
diera un poco de pena decirlo en voz alta o confesarse, le amaba con todo su
corazón.
Y se encontraron en un abrazo intenso, lleno de risas y
sonrojos, mientras se estrechaban uno contra el otro como si no se hubieran
visto en años. Pero así era el amor, el amor necesitaba del otro para
complementarse, para ser fuerte. Quizá si se le preguntara a esos dos chicos
como nacía el amor, ellos estarían de acuerdo en que había comenzado con una
pequeña mirada, una sonrisa, una plática
y que había comenzado a crecer y madurar con el paso del tiempo, y que aun joven como sus pequeños corazones todavía
tenía mucho más tiempo para crecer más y madurar, para ser infinito y para
siempre.
-Te quiero - murmuraron al unisono, comenzando su
amor.
Y quizá así era como nacia el amor.
FIN
*---* awww que dulzura~~ imaginarlos así de chibis con la inocencia desprendiéndoles del alma~ no hay imagen mas perfecta que esa, sus destinos se encontraron a tan tierna edad y luego el tiempo les hizo comprenderlo todo. Un amor como el de ellos no nace todos los días, porque lo de Junsu y Yoochun es a prueba de todo, nítido, puro y sincero.
ResponderEliminarEsa manera de encontrarse a media calle como si el tiempo no hubiese pasado y sus cuerpos simplemente hubieran crecido de un momento a otro, tuve esa sensación al leerlo y fue *-----*
Gracias~~ una linda dosis de ternura YooSu para iniciar la semana *w*
Waaaa que tiernoooo *w*
ResponderEliminarTan bonito, desde pequeños se conocieron y a pesar que paso el tiempo esa sonrisa, ese sentimiento que nacio desde que eran unos niños sigue ahi y estará por siempre.Porque Yoochun no puede estar sin Junsu y viceversa.
Gracias por compartirlo :3
Awwwww♥♥♥♥ Me pareció tan tierno ;w;
ResponderEliminarComo el amor nació entre los dos a pesar de ser pequeñitos y aún no comprender lo que son los complejos sentimientos~
He soñado muy lindo después de leer esto anoche QwQ ♥ Miles de gracias por el tag~ Sigue escribiendo cosas hermosas como estas que me encantan muchooo ;3; ♥♥♥♥♥
sghasfhgadhfhagadhghfadgfhgdahfghdagfhgdahf♥ Me lo ame todito!!!
ResponderEliminardesde el principio que eran peques y estaban sdshgdhsgdhgshdgh♥ ternurita *u*
Hasta el final en donde terminan juntitos ya grandes *u*
Fue amorrrr amorrrr purooo y muy tierno *u*
Y sip ellos estan destinados a estar juntos *u*
Gracias Tani lo ame *le lanza YS besho*
♥~~~
Hermoso *w*
ResponderEliminarAsí nace el amor, puro y natural
*w*
es tan dulce y tierno este amor~~~... pero es asi el YooSu
ResponderEliminarimaginármelos asi de peques y ya de adolescentes enamorados es maravilloso
Gracias Tani~ <3