Después de una eternidad, vamos a dejar algo bonito en mi abandonado blog. A todas las personitas que pasaron por aquí antes, quienes aun leen mis escritos o apenas han encontrado este blog. Los quiero y gracias <3
Titulo: Amémonos
Autor: Tani
Pareja: Yoosu
Género: Romance
Extensión: One - Shot
-Junsu ah… ¿hoy podremos? – Ha
dejado la pregunta en el aire, murmurada suavemente contra mis labios, se
porque lo ha hecho, quiere que yo mismo complete aquello y sé que palabras con
las que ha callado.
-No – Balbucee quedito
remordiendo suavemente mis labios una vez me he apartado unos centímetros de su
boca, nos encontramos en nuestro nuevo apartamento, hace una semana exactamente
que nos mudamos aquí, habíamos pensado que sería una buena idea el comenzar por
aquello, después de 3 años de relación y más de 26 años conociéndonos.
Creo que no he comentado esto,
pero, fuimos amigos desde que tengo uso de razón, nos adoramos como tal, nos quisimos como
amigos y después los celos surgieron, los camuflajeamos pensando que solo eran
celos de amigos, total, llevábamos casi una vida conociéndonos, cualquier creería que solo era una muestra de nuestra
molestia por no ser los únicos en la vida del otro, eso no quiere decir que no
tuviéramos amigos, si teníamos unos cuantos íntimos pero había otro tipo de
personas que podríamos detectar casi como si tuviéramos un radar, esas dobles
intenciones que buscaban más que una simple amistad; una cosa llevo a la otra y
al final terminamos amándonos como pareja, como novios.
Él asiente quedamente con su
cabeza, sonriendo suavemente antes de llevar una de sus manos hasta mi cabeza,
despeinando mi cabello, tratando de hacerme saber que no está molesto en
absoluto. Aunque una parte de mí – la que se llena de miedos e inseguridades - me dice que quizá Yoochun se encuentre
molesto. Esa era la… sexta vez que le vengo negando algo que sabemos ambos
queremos, así lo clama nuestras almas, nuestros cuerpos cada vez que se juntan
más de la cuenta, cuando los besos dulces y tiernos se tintan de pasión, cuando
nuestras manos al parecer no pueden encontrar otro punto en donde apoyarse que
no sea en el cuerpo el otro, acariciándonos, tocándonos como si mañana fuera el
fin del mundo y este el ultimo día para amarnos.
Pero son esas mismas inseguridades
que achican mi corazón y vuelve una maraña mis pensamientos los que me hacen
detenerle por completo.
-¿Quieres ver una película?
Me pregunta de la nada, moviéndose
un poco para poder alcanzar el control remoto de la televisión para cambiar de
canal. Aun me encuentro medio recostado sobre él, ambos sentados en uno de los
sofás de la sala y justo cuando hice el amago de separarme, Yoochun me ha
abrazado por la cintura, ha tirado de mí para que me recueste un poco más sobre
él.
-Quédate aquí, déjame disfrutar
del tenerte cerca.
Murmura con esa voz baja y ronca
que le caracteriza , y yo, más que obediente me he quedado allí, protegido
entre ese brazo confortante y su cuerpo cálido, acurrucándome en su pecho
mientras trato de prestar toda mi atención a la nueva película que ha sido
elección de Yoochun, aunque esos pensamientos continúen carcomiéndome la
cabeza.
***
Hoy hemos ido a caminar, después
del trabajo nos hemos encontrado en el parque cercano al apartamento. Caminamos
tomados de la mano, se que en esta sociedad aun no es bien visto que personas
del mismo sexo puedan estar juntos, o que muestren su amor en público, pero ese
no es uno de mis miedos, ni tampoco el de Yoochun, ambos estamos aprendiendo a
vivir de esta manera.
Fuimos a comer un helado, platicamos
entre risas algunas cosas que nos pasaron a lo largo de la jornada, que si
Yunho hyung fue a entregarle flores a su novio, que si Jaejoong hyung lloró de
la emoción al verlo, o si Changmin ah ha renegado por su nuevo compañero de
oficina. Cosas simples, cosas que nos
hacen sentir más cerca.
También hemos ido al cine,
termine convenciendo a Yoochun de ver una película romántica, ha terminado
durmiéndose cuando apenas iba a la mitad, se ha disculpado por aquello,
recompensándome con mimos y besos después de que yo le hubiera molestado por
haberlo hecho.
Y cuando esos cariños se
volvieron más intensos y los besos más apasionados, he visto esa pregunta en su
mirada, esa ardiente pasión que lanza chispazos en esos profundos ojos negros
apenas nuestras bocas se han separado. Me da el tiempo para responderle, me
permite mi espacio, y de nuevo, lo he negado. Apenas con una negación con mi
cabeza me he apartado de él, buscando al instante un pequeño refugio en nuestra
habitación.
***
-Un día se cansará de mí…
Balbucee apenas hemos terminado
de comer, es hora del almuerzo, como siempre Jaejoong hyung y yo hemos salido a
comer al restaurante que está a dos calles de nuestro trabajo; hemos elegido
una de las mesas del fondo para tener un poco más de privacidad, así nos gusta,
nos permite relajarnos un poco antes de seguir trabajando.
El niega suavemente con la
cabeza, toma una de mis manos entre las suyas y trata de reconfortarme
apretándola suavemente, sonriéndome tan cálidamente que casi puedo decir que
ese gesto era tan maternal, como si estuviera viendo a mi propia madre.
-Yoochun ah te ama más de lo que
imaginas, más de lo que puede expresar, lo dicen sus ojos cuando te ve, lo dice
su boca cada vez que no te tiene cerca y cuenta lo mucho que te ama, lo
importante que eres en su vida, lo dice con cada gesto que hasta el más ciego
puede ver. Te ama con locura Junsu ah…
-Pero…
-Quizá hay cosas que no me puedes
contar a mí, que son tan privadas que solo pueden ser discutidas entre ustedes
dos. Así que… lo único que puedo decirte, como tu hyung y umma es que hables
con él.
No pude discutir ante eso, había
ciertas cosas que no había discutido con Yoochun, y al parecer eran realmente
importantes. Pero la pregunta que me hacía ahora era el ¿Cuándo podría hablar
de mis temores con él?
***
Era viernes por la noche, hoy
decidimos ir a dormir temprano, habíamos planeando para el día de mañana el ir
a visitar a nuestras respectivas familias. Pasaríamos la mañana y parte de la
tarde con mis padres, después iríamos a visitar a la Sr. Park, quería decir, Umma; recordaba que la última
vez había recibido una pequeña reprimenda por no llamarle así, la señora… mi
Umma me había dejado estrictamente dicho que quería que le llamara así.
Pero era media noche y aun así no
podía conciliar el sueño, quería moverme un poco pero eso despertaría a
Yoochun, teníamos la costumbre de dormir abrazados pero en esta ocasión había
hecho lo posible para que el mayor fuera a dormir primero, quizá era el hecho
de que aquella pequeña conversación con Jaejoong hyung rondaba mi cabeza. Había
cosas que no había tenido la confianza de decirle a Yoochun y temía que esas
cosas nos separaran poco a poco, que terminara enfadándose de mí y prefiriera
dejarme.
Me encontré a mí mismo, acostado
boca arriba, mirando el techo, comiéndome la cabeza tratando de encontrar una
manear para decirle aquello que sentía, el miedo que tenia; y parecía que mi
novio podía sentirlo, que parecía conocer el momento preciso en el que iba a
comenzar a llorar de pura frustración porque cuando menos lo creí su cuerpo
estaba mucho más cerca del mío y su fuerte brazo ya estaba rodeando mi cintura.
Era un abrazo cálido, reconfortante y por su fuerza sabía que estaba despierto,
pero me estaba dando el tiempo para que hablara, para que acomodara las
palabras que quería decir, o si simplemente quería sacarlas a borbotones para
después juntos poder darle un poco de coherencia.
-Yoochun ah… ¿Alguna vez te has
preguntado… cómo soy? ¿Có-como soy al desnudo?
Balbucee quedamente, recibiendo
como respuesta un apretón mucho más fuerte en mi cintura y un pequeño tirón, me
estaba pidiendo que me recostara de lado, así como se encontraba él. Y lo hice.
-¿La verdad?
Murmuró con voz ronca ante mi
pregunta; yo no pude responder con palabras así que el interpreto mi silencio
como un sí.
-Sí, lo he hecho. Nos conocemos
desde que éramos niños, y recuerdo vagamente que hasta nos bañábamos juntos y
en varías ocasiones terminamos corriendo desnudos por el jardín de tu casa.
Eso me hizo reír, era verdad,
éramos unos niñitos que terminábamos sacándole canas verdes a nuestras ummas
cada vez que nos quedábamos juntos a dormir, terminábamos haciendo cada
ocurrencia, justamente como esa que mi novio me cuenta.
-Pero cuando los dos llegamos a
la adolescencia, te volviste tan pudoroso que hasta temías que te mirara sin camisa. Te escondías hasta
para hacer eso aun cuando los dos somos hombres, así que mi curiosidad fue en
aumento, no voy a negar eso, ¿por qué Kim Junsu se esconde tanto?, ¿por qué no
me deja que lo vea?
-Y ahora que somos novios, creo
que también lo haces, ¿no es así?
Murmuré pareciendo todo lo
tranquilo que mi corazón que latía como potro desbocado debido a los nervios me
lo permitía.
-Sí, todo el tiempo, ¿por qué
Junsu huye de mi?, ¿por qué no me deja verle?, somos novios, vivimos
juntos, entonces ¿por qué siente tanta
vergüenza de solo cambiarse frente a mí?, ¿o caminar sin camisa en el
apartamento?, ¿por qué…
-¿No quiere hacer el amor?.
Murmuré aun sin saber si esa era
su siguiente pregunta.
-¿Por qué no me deja contemplar
su hermoso cuerpo?
Murmuró él, haciendo caso omiso a
lo que yo pude creer que era su pregunta, y justo con eso, él saco la fuente de
mis temores a flote.
-Y tú ¿Cómo… cómo sabes que soy
hermoso?
Mi voz fue tan baja que por un
momento pensé que él no me había escuchado, pero pronto sonrió, era una sonrisa
traviesa y un tanto apenada o eso era lo que la poca luz que se colaba por la
ventana me dejaba ver, como si hubiera cometido una pequeña travesura de la
cual yo no me había enterado.
-Te he visto un par de veces. A
escondidas.
Murmuró y entonces sentí que
moría de vergüenza y miedo, como si en ese preciso momento estuviera desnudo
frente a él y sus profundos ojos ónix estuvieran escudriñándome completamente.
-Y eres perfecto.
-No lo soy
Negué sus palabras rápidamente,
no lo era, quizá mi novio no me había visto perfectamente, mi cuerpo no era
hermoso, ni perfecto.
-Lo eres, ante mis ojos eres el hombre
más perfecto, tu cuerpo es hermoso.
Comencé a negar con la cabeza,
haciendo caso omiso a aquellas palabras que mi novio decía una y otra vez, pero
él me detuvo, llevo sus manos a mi rostro y me planto uno de esos besos que
dejó mi cuerpo ligero, como si estuviera levitando. Quizá no lo había
mencionado, pero Yoochun podía darme besos tan deliciosos que me hacían olvidar
del universo o simplemente de lo que estuviéramos hablando o discutiendo.
-Creo que entiendo cual es el
problema…
Murmuró sin más antes de estirarse sobre mi cuerpo para poder encender
esa lámpara que descansa sobre la mesita de noche. La habitación quedo
mediamente iluminada, pero dejo nuestros rostros al descubierto, dejándome ver
perfectamente esas facciones masculinas que en ese momento eran empañadas por
la seriedad.
-Es mi culpa por no repetírtelo a diario, por no decirte lo
hermoso que eres cada que te veo, cada que te pienso, cada que sueño contigo y
despierto teniéndote a mi lado. Cada que sonríes, cada que te encuentras frente
a mi iluminándome con tu hermosura. Eres y serás ante mis ojos el ser más
perfecto que pude encontrar en esta vida. Lo eres, aun con la ropa puesta.
Murmuró con la sinceridad
brillando en sus ojos, con el corazón en la mano. Y mi frágil corazón lo creyó,
disipo parte de la maraña de pensamientos que me carcomían la cabeza, pero
tanto él como yo sabíamos que con solo eso no iba a bastar para que yo me
sintiera seguro, que quizá en algún momento volvería a pensar en lo mismo, pero
en esos profundos ojos ónix podía ver su determinación, y no solo porque
quisiera verme al desnudo, no porque quisiera hacer el amor, sino porque quería
hacerme saber lo perfecto que era para él.
-Eres perfecto.
Murmuró solo una vez antes de que
ambos decidiéramos que era momento de cerrar aquel tema.
***
Cada te amo, cada te quiero, cada
palabra hermosa llegaba a mis oídos todos los días, todo el tiempo, parecía
como si quisiera conquistarme de nuevo aun cuando seamos novios, aun cuando
tenga mi corazón atrapado, aun cuando esté completamente enamorado de él.
Jaejoong hyung me ha hecho burlas
cada que puede, cada que me ve contestando un mensaje que Yoochun me envía,
cuando llego al trabajo, cuando estoy por salir a comer, cuando regreso de mi
descanso o justo cuando voy de regreso a nuestro hogar. Me ha enviado flores un
par de veces y en algunas ocasiones hasta uno que otro obsequio; lo cual ha
traído más burlas de mi compañero de oficina y amigo. Jaejoong hyung no pierde
el momento para hacerme avergonzar, pero a mí me hace realmente feliz el que mi
novio me trate de esa manera.
No digo que Yoochun no haya sido
romántico antes, en realidad es un romántico empedernido que siempre me llena
de detalles, desde que comenzamos a ser novios hasta mucho antes de nuestra
pequeña charla; pero sé que en esta ocasión su principal punto es hacerme saber
que tan enamorado esta de mi, que tan perfecto soy para él. Y eso disipa un
poco más esa maraña de pensamientos que aun sigue allí.
***
Los besos han ido y venido,
nuestras manos siempre terminan sobre el cuerpo ajeno, la pasión esta allí,
latente, como si fuera un volcán a punto de hacer erupción, busca el momento
para explotar y arrasar con todo a su paso; pero poco a poco se disipa, se
apaga lentamente junto con esos suaves piquitos que la boca de mi novio deja
sobre la mía. Mi mirada se ha quedado prendada de la suya, sus ojos ónix arden
en inmensas llamaradas de pasión, de deseo, me pregunta con la mirada si ese es
el momento correcto, pero al no tener respuesta mía, solo ha sonreído, revuelto
mi cabello y se ha recostado mejor sobre la cama para proseguir con su lectura.
Suspiro suavemente mientras me
pongo de pie; ya han pasado varios meses desde aquella charla, varios meses en
los que hemos tenido un poco de progreso, desde el dejar la puerta entreabierta
del baño cuando voy a tomar una ducha, el caminar con un simple short por la
casa o el permitir que Yoochun vea por momentos cuando estoy cambiándome de
ropa. Sé que para ambos eso es como otro litro más de combustible para la
ardiente pasión que hay entre nosotros, ambos encontramos realmente excitante y
torturoso el compartir cosas como
aquellas, pero al parecer va por buen camino, nos permite conocernos otro poco
aun cuando llevemos casi una vida conociéndonos.
-Tomare una ducha
Le anuncio a mi novio y como
vengo haciendo esos meses he dejado la puerta abierta.
Puedo escuchar sus pasos aun por
encima del ruido sordo que hace el agua al golpear contra las baldosas blancas
de la ducha; lo he escuchado acercarse un par de veces en este tiempo, sé que
me contempla y eso me pone nervioso, pero yo lo he decidido así, he dado este
paso para disipar mis temores. Es grata mi sorpresa que cada vez que sucede
aquello le veo demasiado ‘emocionado’ cada que salgo del baño, sus ojos brillan
en deseo, pero aun cuando se que quiere pedírmelo, el simplemente murmura lo
hermoso que me veo después de la ducha y solo me abraza cuando ambos decidimos
ir a dormir.
Le escucho alejarse cuando estoy
a nada de salir de la ducha, se que regresara a la cama y hará como si nada
hubiera pasado, me recibiera con los brazos abiertos y dormiremos juntos; pero
creo que en esta ocasión terminaremos cambiando alguno de los planes. Seco mi
cuerpo, me esmero y no puedo negarlo, me tomo mi tiempo para tomar un poco de
valor en cada inhalación y exhalación. Es otro paso, uno grande.
He salido de la ducha, así sin
más, completamente desnudo, le he dejado observar al mayor mi cuerpo completo
mientras me paro desvergonzadamente justo frente a la puerta.
-Yoochunnie ~
Le llamo suavemente, mis mejilla
se sienten más tibias, seguro me he avergonzado a tope, ¿pero cómo no?, muero
de miedo, de vergüenza. Puedo sentir su mirada sobre mí, recorre mi cuerpo por
completo, de la cabeza hasta los pies, parece detenerse en cada porción de piel,
como si estuviera grabando a fuego en su memoria como soy al desnudo y justo cuando nuestras miradas
se encontraron, puedo ver el infinito deseo ardiendo en esas cuencas
oscuras que siempre me ven con amor. Y eso, me ha ‘emocionado’ y no solo a mi
corazón, ni a mi orgullo masculino al saber que puedo excitarle con solo
presentarme ante él de esa manera. Ante sus ojos, soy perfecto.
-¿Si, baby?
Pregunta tratando de aparentar
calma, aun cuando puedo notar como carraspea, como se acomoda sobre la cama
para estar mucho más cómodo, al parecer no soy el único ‘emocionado’.
-¿Podemos dormir así hoy?
Pregunté, mientras me acerco a la
cama, descubriendo como Yoochun conserva su mirada en mi rostro mientras aparta
las sabanas de la cama para que yo pueda recostarme; parándose al instante,
desnudándose ante mí.
Nuestros cuerpos se acercaron más
de la cuenta, piel con piel mientras nos abrazábamos para poder conciliar el
sueño, tan juntos que casi parecíamos uno.
-Eres hermoso Junsu ah ~
Murmuró sobre mis labios justo
antes de besarme de la forma más tierna que hizo revolotear mi corazón dentro
de mi pecho, y desenmaraño otro poco esos pensamientos que poco a poco podría
llamar tontos.
Y su mano que descansó en mi
cintura no se movió de allí, ni a la mañana siguiente, ni las siguientes veces
que terminamos durmiendo desnudos.
***
Hoy no pudo dormir, nos hemos
dado demasiados besos, nos hemos tocado como antes no lo habíamos hecho, la
pasión se había acrecentado en nuestros cuerpos a tal punto que aun me siento
arder, aun puedo sentir las manos de Yoochun tocando aquí y allí, sobre todo mi
cuerpo. Nos habíamos detenido, no por petición mía, sino porque mi novio lo
había decidido así, me dio mi espacio como siempre lo hace cada que la situación
se nos escapa de las manos y él sabe que yo no daré el siguiente paso.
Pero esta vez es diferente, mis
miedos parecen no tener tanta fuerza
como antes, aun me avergüenza que me vea, que me conozca al desnudo, aun como
en ese momento tengo miedo de no gustarle; pero hoy quiero que me conozca, hoy
quiero que no sean solo sus ojos los que recorran mi cuerpo, hoy quiero su
boca, sus manos, sus caricias y besos, quiero que me muestre cuan hermoso soy
para él, cuanto me desea, cuanto le gusto tal como soy. Quiero que me lo
demuestre con su cuerpo haciéndome el amor.
-Yoochunnie ~
Le llamo suavemente, quizá este
dormido, quizá el no se quedó con las mismas ganas de hacer el amor, ¿y si él
ya no quería hacerlo?, ¿ y si…?, pero no pude seguir con ese hilo de pensamientos
desesperantes; le siento removerse sobre la cama antes de que ese reconfortante
brazo que descansa en mi cintura tire de mi, pidiendo que gire para así quedar
frente a frente.
La luz que se cuela por la
ventana me deja ver un poco de sus facciones marcadas y varoniles que me roban
el aliento en cuestión de segundos; una de mis manos ha terminado sobre su
rostro, lo delineo con la yema de mis dedos, sintiendo un cálido beso sobre mis
dedos apenas estos han terminado sobre su boca. Sabe que me estoy tomando el
tiempo, para pedírselo, ah… ahora muero de vergüenza al tener que pedírselo.
-Chunnie, ¿hoy puedes…?
Pero no puedo terminar mi
pregunta, mis labios han sido atrapados por los ajenos en un lento y apasionado
beso.
***
Las luces de la habitación han
sido encendidas, ha sido el mayor quien se ha encargado de aquello sin dejar
los labios de su novio en ningún momento, ruedan sobre la cama, bajo las
sabanas que pronto quedan enredadas entre sus cuerpos. Una sonrisa amplia se
instala en los gruesos labios del pelinegro, hay un brillo especial en los ojos
ónix, no es solo pasión, ni deseo, hay felicidad, cariño, sobre todo hay amor.
Le ama.
-Sí, voy a hacerte el amor.
Murmura con voz baja y ronca
antes de apoderarse de esos labios rosados que pronto le devuelven el beso; se
besan despacio, no hay porque adelantarse, ni apurarse, tienen todo el tiempo
para disfrutar de esa entrega. Manos titubeantes recorren la amplia espalda de
Yoochun, tocan con cuidado y lentitud, y eso, solo ha añadido otro chispazo a
la ardiente pasión que recorre su sistema; él tampoco había podido dormir,
después de esos besos apasionados que se habían dado una vez se habían
recostado para dormir le habían dejado con unas inmensas ganas de tocarle, de
besarle con desesperación, de continuar por ese camino hasta hacer el amor.
Pero había sido paciente, como lo venía haciendo durante todo este tiempo,
porque respetaba al menor, porque lo amaba, y como tal, podría esperarle la
vida entera hasta que él se sintiera bien para poder dar ese paso que esa misma
noche iban a dar.
Las manos de pianista recorren el
cuerpo delgado de Junsu, toca con la yema de sus dedos cada porción de piel, le
arranca suspiros quedos, estremeciendole el cuerpo ante ese pequeño recorrido;
le conoce, le descubre.
-Tan hermoso – Murmura el mayor apenas
sus bocas se han separado, pero Yoochun no está viendo el cuerpo del menor,
está viendo su rostro, ese suave color rojo que colorea las mejillas de su
novio, ese brillo especial en sus ojos y esos suaves labios rosas que se
mantienen ligeramente separados debido a su respiración agitada.
El mayor se alza sobre su cuerpo,
se arrodilla entre sus piernas y le deja completamente al descubierto cuando
las sabanas han quedado acomodadas sobre su ancha espalda; le recorre con la
mirada, graba y re graba en su memoria la perfección que tiene ante sus ojos.
Dios, puede sentir que le tiemblan las manos una vez ha dejado que estas toquen
el cuerpo de Junsu, pero ¿cómo no? Si está tocando a un ángel, el más puro de
todos, toca su cuello, sus hombros y su
pecho, crea caminos invisibles con la yema de sus dedos hasta su vientre,
deteniéndose en sus costados donde sabe que provoca cosquillas en él.
-Mi baby tiene cosquillas aquí.
No es una pregunta es una
afirmación, más cuando ha visto al menor removerse suavemente sobre la cama.
-Sabes… ¿sabes que eres el ser
más perfecto del mundo?
Pregunta suavemente, sin dejar de
tocar esa suave piel la cual ha tenido permiso de conocer; ve negar a su novio
con la cabeza.
-Lo eres, tu piel es tan suave y tersa como el mismo
terciopelo – Murmura, dejando que sus dedos continúen tocando esa piel bajo su
tacto, desciende hasta su bajo vientre y vuelven a subir hasta que sus manos se
apoderan de las ajenas. – Tienes manos preciosas, tus dedos son delgados y aun cuando sean
delicadas no podrían ser comparadas con las de una mujer. Nunca. – Habla bajo,
ha encontrado que ese es el tono correcto para hablarse, están ellos dos, no
hay mucha distancia entre ellos, así que es perfecto.- Son fuertes y estoy seguro que pueden
sostenerme. – Y con ello no estaba hablando de sostener sus manos que en
comparación son más grande, ni de hablar de sostenerle si fuera a caer, está
hablando de cierta parte de su anatomía que se encuentra al sur de su cuerpo y
que Junsu sabe perfectamente de cual habla, porque se ha ruborizado, y si, su
mirada ha caído sobre ese lugar solo unos segundos antes de apartarla de pura
vergüenza.
- Tus brazos son perfectos, dan
los abrazos más cálidos que alguna vez he recibido, ¿sabes cuantas veces los he
imaginado rodeando mi cuerpo mientras nos entregamos a la pasión? - La mirada castaña a quedado atrapada de esos
profundos ojos negros que le miran fijamente, le atrapan con ese brillo
especial y ardiente que le hace ruborizar otro poco más mientras le hace saber
cuántas infinidades de noches su novio a fantaseado con sentir sus brazos
rodándole mientras hacen el amor.
- Y tu pecho… tu vientre… - Y de
nuevo esas manos que en algún momento estuvieron sosteniendo sus manos han
descendido por su piel, toca su pecho, se esmera en tocarle a conciencia, le
explora mientras le hace estremecer justo cuando esos dedos de pianista han
tocado esos montones oscuros que adornan su pecho, esos montoncitos que pronto
se hacen pronunciados ante sus ojos y que el pelinegro quiere probar justo en
ese momento. Pero se contiene – Fueron hechos para ser besados por mí, para
recorrerlos con caricias, para probarlos y deleitarme de lo perfectos que son
ante mi tacto y… oh… que tenemos por aquí...
La mirada del menor ha bajado al
instante, apenas ha sentido esos dedos largos tocando su bajo vientre, le ve
conocerle, recorrer con sus dedos ese camino de vellos que se forma desde su
ombligo y desciende cuesta abajo.- Y por
aquí ~ -Pero su novio no le toca directamente, sus dedos juguetean sobre su
pelvis, siguen ese camino de vellos, sorteando esa parte de su cuerpo que al
instante quiere cubrir con lo primero que pueda encontrar pero su novio se lo
impide, le atrapa la mirada con la suya para suplicarle que no lo haga, Yoochun
sabe perfectamente que desea hacerlo. – Por favor… - Murmura suavemente y él solo puede aceptar.
Deja que sus dedos jugueteen otro
poco sobre esa suave piel tibia,
desciendo hasta perderse entre sus muslos, y podría continuar
toqueteándole justo allí un rato más, oh, ¿qué tal con su boca?, esa suave
dermis tibia le hace desear el dejar un par de besos, unos cuantos mordisco,
ascender un poco más y poder tocar esa parte tan intima del menor. Pero se
contiene, solo lo suficiente para continuar con su pequeño recorrido.
– Tus piernas… tan largas y firmes, tan fuertes… - Desciende por sus muslos, toca sus
pantorrillas y se detiene justo en sus tobillos – Son realmente perfectas para
rodearme, para apresarme con fuerza e impedirme que me separe de ti. Alrededor
de mi cintura, sobre mis hombros o mi espalda… - La voz de Yoochun se vuelve
más baja, más ronca mientras continua tocando toda esa piel que tiene a su
paso, cada recoveco, cada trocito de piel que no puede huir de su mirada.
– Baby ~ ¿ahora me dejarías
conocerte con mi boca?
Pregunta con calma, sabe que su
novio quiere hacer el amor tanto como él, pero aun así le da el tiempo a que lo
decida, a que le diga que ha cambiado de opinión… Pero entonces, le regala la imagen
más hermosa y que sabe nunca olvidará. Su rostro bañado en rubor, sus ojos
brillantes como estrellas, como muerde suavemente sus labios y le llama suavemente con su mano para que se
acerque. Le está dando permiso para amarle.
Se acomoda sobre el cuerpo ajeno,
deja que sus pieles se toquen, que sus pechos se rocen una vez se ha hecho de
su boca; le besa con parsimonia, se toma el tiempo para conocer sus labios,
para sentir su calor y suavidad, los acaricia, los toca y muerde, tira de ellos
con solo un poquito de fuerza antes de que su novio le de todo el acceso a ella
para poder profundizar esa caricia. Sus manos se han mantenido quietas, tratan
de tener paciencia pero al parecer su novio tiene otros planes. Toma sus manos
le guía hasta su cuerpo, le hace conocer que partes de su anatomía quiere que
toque.
Las caricias van y vienen, los
besos se han vuelto más intensos a medida que los segundos pasan, sus lenguas
se enredan, chocan, pelean y degustan el sabor adictivo que solo la boca del
otro puede tener.
-Te amo
Murmura Junsu apenas sus bocas se
han separado, su respiración es rápida, Yoochun le ha dejado sin aliento y un tanto
perdido con un solo beso. Caricias húmedas recorren su cuello, puede sentir
esos labios gruesos dejando besos, sus dientes, su lengua, deja pequeñas marcas
rojizas que sabe estarán allí por días.
-Te amo baby ~
Balbucea el mayor sobre esa fina
piel que le sabe a miel, desciende con más besos sin apartar su mirada de ese
rostro perfecto y sonrojado, quiere saber con sus gestos si lo está haciendo
bien, si lo disfruta. Deja besos húmedos sobre el pecho ajeno, juguetea y trata
de no tocar esos montoncitos oscuros que le llaman a gritos, le piden caricias
y mimos, y aun cuando sus intenciones son el continuar jugando un poco más, no
ha podido. Se hace de uno de sus pezones, lo lame, succiona, tira de el con
gusto, y Dios… sabe delicioso y solo le deja con ganas de más.
No demora en tocar a aquel que ha
dejado desatendido, no quiere dejar ese delicioso manjar que arranca esos
primeros gemidos de esa boquita ajena, esos que se cuelan por sus oídos y
terminan directo en su corazón, el cual late de puro gusto al saber que él es
el causante de esos sonidos que no había pensado fueran tan sensuales.
-¡Nnng! ¡Chun! – Gime el menor,
su cuerpo se estremece; una de sus manos que se ha mantenido recorriendo su
espalda ha terminado sobre la cabeza de su novio, juguetea con su cabello e
inconscientemente tira un poquito más cerca del mayor, quiere que le toque
justo allí un poco más.
Junsu gime, se estremece bajo su
cuerpo, se remueve bajo él absorto en ese placer que sabe es nuevo para el
menor de los dos, y ¿qué puede decir? Su pecho se hincha de orgullo y qué decir
de su orgullo masculino que se regodea de pura felicidad, haciéndole sonreír de
puro gusto; y continua sonriendo cuando se ha separado del pecho ajeno y ha
dejado a su pequeño y un tanto confundido Junsu con un pequeño puchero en sus
labios.
-Quiero jugar con otros lugares
que se que te van a gustar.
Le hace saber la razón por la que
ha parado con sus juegos para comenzar a dejar más besos sobre su cuerpo.
-Chunnie… - Puchea quedito el
menor, queriendo que vuelva a jugar con su pecho, pero pierde todo hilo de
pensamientos cuando la boca de Yoochun ha terminado sobre su ombligo, juega allí,
le acaricia con esa lengua rugosa y húmeda haciéndole jadear, robándole el
aliento cuando ha continuado con sus jugueteos y ha seguido ese camino de
vellos justo antes de dejar un beso sobre su ya semi despierta entrepierna.
–¡Chun! - Jadea exaltado, sintiéndose
acalorado cuando más de esos besos traviesos son dejados sobre su virilidad.
Puede ver sonreír a su novio entre cada beso y mucho más cuando su entrepierna
ha comenzado a crecer completamente emocionada, haciéndole avergonzar.
-No, no – Yoochun trata de
detener esas manos que han buscado el cubrirse de él, entrelazando sus dedos
con los suyos, apartándolas delicadamente de sus camino para poder verle . – Es
hermoso… - Murmura el mayor con voz ronca sin apartar su mirada de la virilidad
del menor que pronto gana tamaño, carne rojiza, carne caliente que clama por
atenciones.
-¿Có… cómo puede ser hermoso
allí? – Pregunta Junsu con el rostro ruborizado.
-Porque es parte de ti baby… -
Murmura el pelinegro alzando la mirada para encontrarse al instante con ese
rostro hermoso que le cautiva, y si, ha terminado completamente embelesado de
esos ojos castaños, de esa forma en que muerde sus labios cuando se sonrojo, se
ha enamorado de nuevo, como un completo bobo. – Y todo en ti es hermoso, mi
amor.
Sus cuerpos se entregan a la
pasión, el mayor ha sido delicado y atento en todo momento, ha mimado al menor,
le ha consentido con más caricias calientes y placenteras, ha llenado su rostro
de besos mientras le profesaba palabras de amor cuando sus cuerpos se fundieron
en uno.
Los gemidos fueron en aumento a
medida que el vaivén cadencioso de sus cuerpos tomo velocidad, sus pieles
chocaron, crearon chasquidos morbosos y absolutamente deliciosos que se
mezclaron perfectamente con ese coro de gemidos agudos y roncos, esos suspiros
pesados y respiraciones entrecortadas. Sus cuerpos se elevaron, danzaron hasta
llegar al cielo, lo tocaron con sus manos y dejaron que estos terminaran
descendiendo en una caída libre que les dejo sofocados, sudorosos y con sus
cuerpos completamente entrelazados.
***
-Mi Junsu, mi hermoso, mi ser
perfecto.
La voz ronca y masculina de
Yoochun se cuela en mis oídos, mi cuerpo aun se encuentra sensible a sus
caricias, tan tembloroso y completamente perdido en ese calor que aun hace
estremecerme. Me regala besos suaves, pequeños piquitos sobre mis labios, mis
mejillas, sobre todo mi rostro y terminan justo en el lugar en el que han
comenzado en un beso un poco más intenso.
Busca mi mirada, me sonríe y no
dudo en responder su sonrisa, se que nuestros corazones laten al unisonó justo
en este momento mientras ambos nos perdemos en la mirada ajena, en esos ojos
que profesan amor infinito.
-Junsu ah… creo que necesito
mostrarte otro poquito más todo lo perfecto que eres.
Y claro, se a que se refiere
cuando dice que tiene que mostrármelo, sé que haremos el amor otra vez, sé que
me llenará de besos, de caricias y mimos, me hará recordar lo perfecto que soy
para él. Pero sé que no solo será hoy, se que todos los días que están por
venir él siempre estará recordándomelo.
FIN
~~~~ BONUS ~~~~
-Nnng ~Mmng! Chun… - Yoochun
puede sentir perfectamente como el cuerpo del menor se retuerce bajo el suyo, como
se estremece ante cada succión, cada beso morboso y lamida que su boca deja
sobre la entrepierna ajena mientras su mano le masturba a conciencia. Su corazón se regocija ante cada sonido
impúdico y desvergonzado que escapa de esa boquita rosada que su novio remuerde
con un poco de fuerza buscando acallar su escándalo. Su mirada no puede
separarse de ese rostro sonrojado, de esos ojos que brillan en pura pasión, no
ha dejado de prestar atención a cada gesto que su Junsu le deja observar,
quiere conocer como le gusta ser tocado, que le disgusta, que le hace perder la
razón.
-Yo…Yoochun… ¡¡Nng!! Mmnhg! Yo…
voy… oh dios… ¡¡Chun!! – Exclama exaltado el menor, su novio parece no
escucharle, su cuerpo se encuentra a un paso a la ebullición, corrientes
eléctricas le recorren el cuerpo, se acumulan en su bajo vientre y le advierten
que esta a nada de explotar.
-Hazlo baby… déjame conocerte…
déjame probarte. – Y esa voz ronca y sensual que ha llegado a sus oídos le ha
permitido dejar que su cuerpo se deje vencer por la pasión; cubre su rostro
sonrojado con su brazo una vez sus gemidos se han vuelto más altos y su cuerpo
ha explotado en miles de fuegos artificiales una vez ha llegado al orgasmo.
- Hermoso… - La voz del pelinegro
llega a sus oídos, su cuerpo aun se estremece en pequeños temblorcitos, sus
pulmones buscan oxigeno mientras su rostro es descubierto por el mayor, le ha
apartado su brazo y al instante se ha encontrado con ese rostro sonriente y
satisfecho, al parecer su Yoochun es realmente feliz de verle así, de haber
provocado ese orgasmo en él, pero… por ese brillo especial en la mirada ajena
sabe que solo es el comienzo.
Su cuerpo ha quedado atrapado
contra el colchón, labios gruesos con sabor salado y particular capturan los
suyos, manos ajenas recorren su cuerpo y sus manos… sus manos recorren la piel
tersa de la espalda ajena mientras sus piernas se cierran rápidamente alrededor
de la cintura del mayor.
Dejan que el amor y la pasión que
corre por sus venas tome el control, se
apodera de sus cuerpos febriles que solo se muestran su amor en cada caricia,
en cada beso, en cada jadeo que el roce de sus pieles roba de sus bocas. Las
manos ávidas de Yoochun recorren el cuerpo ajeno, sus palmas le conocen y sus
huellas terminan marcando cada tramo de piel nívea a su paso, así como lo hace
su boca que no deja ni un recoveco de aquella piel que le sabe dulce al gusto.
-Chunnie .. Nnhg~
Jadea suave y bajo el menor de
los dos, los besos húmedos toman rumbos peligrosos, terminan sobre su pelvis y
dejando suaves marcas rojizas en cada uno sus toques; la respiración caliente
chocando contra esa parte de su anatomía, que aunque ha sido liberada hace cosa
de nada se encuentra firme y deseosa de más contacto.
-Alguien necesita más cariñitos
por aquí
Escucha canturrear al mayor en
una sonrisita que demuestra lo orgulloso que esta de tener a su novio con esas
ganas de ser amado y mimado de nuevo.
-Tu culpa
Murmura Junsu en un suspiro
mientras escalofríos le recorren el cuerpo y el recorrido de besos desciende
otro poco.
Yoochun no tiene suficiente, no
puede dejar de probarle, de tocarle, de sentirse maravillado y el hombre más
feliz del universo mientras se encuentra así, besándole, tocándole, conociendo ese cuerpo perfecto que tiene bajo de él. Se
le estremece la piel cada vez que besa una porción nueva de su cuerpo, cada que
toca otro poco a ese ser perfecto y descubre ávidamente esos lugares sensibles
del menor. Se encuentra en la mismísima gloria en esos momentos mientras hacen
el amor, y es tanta su emoción por el conocer al menor que se ha olvidado por
un momento de esa latente necesidad que se encuentra al sur de su cuerpo, tan
latente y necesitada que sabe que solo un pequeño toque por parte de Junsu y
terminará corriéndose.
Pero ese no es el momento para
pensar en esas cosas, no cuando tiene a ese ser perfecto perdido en sus
caricias y besos.
POR QUE ESCRIBES TAN HERMOSO!?
ResponderEliminarSé que ya te lo he dicho mil veces pero te lo repito, este par son unos hermosos que se adoran y tú sabes perfectamente como plasmar todo ese amor perfecto, puro, el más hermoso y sincero de todos ♥♥♥
Es tan precioso ver como se aman de esa manera, como no es sexo y lujuria, sino amor y más amor ♥ Amé las inseguridades de Susu y la paciencia de Chunnie ♥ Esas cualidades que los hace tan únicos y que se convierte en una prueba más de lo que sienten en sus corazones ♥♥♥ *llora* Ayyy Taniii ♥♥♥ De verdad que esta historia es demasiado hermosa *la apachurra*
Por que Chun tiene que ser tan romantico y perfecto y hermosoooo porqueeee fksjdksjdksjdksjdks *tiene su crisis* Yo quiero uno iguaaal ;_____;)/
Y Susu ♥ siempre siendo una ternura ♥ De verdad que amé verle así, no porque me guste verle frustrado o inseguro de si mismo, es solo que es tan humano, tan real sentirse así y de verdad que ese Junsu lo ha plasmado a la perfeccion ♥
Y quién mejor que su ChunChunnie precioso para quitar de su cabecita todas esas cosas que le ponían asi~
Mil gracias por esta hermosura Tani ♥ Estoy segura de que la voy a leer mil veces más ♥♥♥ *la apachurra fuerte fuerte* Te quieroo ♥♥♥
Waaa hace aaaaañooooos que no subías *3*
ResponderEliminarsoy feliz, espero verte pronto por estos lares <3
Ya te lo dije~ Pero te lo repito~ ES HERMOSO DIVINO PERFECTO —rueda de amor—. Es que, es que, ashhhhh ¿Por qué son tan perfectos? Q___Q Amé todo~ Como poco a poco YooChun fue deshaciendo las barreras de JunSu hasta que al fin lo convenció de amarse, porque eso iban a hacer~ Y cuando lo fue describiendo~ MY GOD~ Creo que no hay un cuerpo que ame más que el de Kim JunSu~ Amo todo su sexy y hermoso cuerpo y recorrerlo con esas palabras fue una de las cosas más hjdgfkhasdfghasjdgfjadhfjadgfhadgfhadgfhagdfhgadhfgdahfgh♥ Porque justo YooChun lo veía con los ojos vacilantes de amor y quería darle amor >3< No sé fue demasiado divino y encantador~ De esos YS que no se olvidan >3< Grashias Tani besha fue tan perfecto >3<♥♥♥♥~
ResponderEliminar*-* cuánta ternurita!! He arrancado el año con dosis de tanta ternura que creo que me dará diabetes~
ResponderEliminarRomántico de principicio a fin! Hermoso, como Junsu para Yoochun.
Los miedos del baby fueron tan kawaii!~ asjhdjasd verle así de vulnerable siempre enciende un botón en mi kokoro que me hace pensar en Yoochun caballeresco siempre dispuesto a luchar contra los miedos de él y triunfar. Triunfar con creces, derrocando muros de acero a ser necesario, cortando las espinas de las rosas con que quiere adornar todo a su alrededor. No sé, es como el punto máximo de amor "rosa"~
Y cómo poco a poco fueron llegando a esa confianza mutua necesaria para hacer el amor *---* sencillamente perfecto!
Gracias por compartir~